Retail - Consumo
El gigante de la acuicultura Avramar refinancia su negocio en España y cierra granjas marinas
- Sus dueños, Amerra y Mubadala, plantean vender la parte griega sin la española
- La división española registró pérdidas extraordinarias de 20 millones en 2023
- Con su reestructuración elimina un centro en Burriana
Ángel C. Álvarez
Valencia,
La crisis inflacionaria ha golpeado con fuerza a toda la cadena alimentaria, pero ha tenido un impacto especialmente traumático en uno de los productos alimentarios más caros de la cesta de la compra, el pescado. El mayor productor de acuicultura de todo el Mediterráneo, Avramar, con sede en Valencia y que pertenece al fondo de inversión estadounidense Amerra y el fondo Mubadala de Abu Dabi, se ha visto atrapado por esa caída de las ventas a la que ha sumado los mayores costes por los subidas de la materias primas, como el pienso para sus viveros y granjas marinas.
El grupo concentra sus instalaciones en Grecia, que supone cerca del 70% de su producción, y en España, donde es uno de los principales productores de lubina, dorada y corvina. Unas dificultades que han llevado a sus dueños a barajar y tantear la venta del negocio que mantiene en Grecia, donde abarca desde plantas de fabricación de pienso para los peces a toda la cadena industrial, desde los viveros de alevines a las plantas de procesado del pescado para su venta. Una desinversión que, sin embargo, no se plantea para sus filiales en España de momento, según fuentes de Avramar.
De hecho, la división que aglutina su actividad en nuestro país, Avramar Ibérica, ha tomado aire después de llegar a un acuerdo con la mayoría de los bancos acreedores para refinanciar su deuda y recibir el visto bueno a su plan de reestructuración. La firma ya firmó el pasado mes de febrero ese pacto y el único fleco es la homologación judicial del mismo. Un proceso que desde la firma alimentaria consideran que se cerrará sin incidencias ya que las entidades que han quedado al margen representan menos de 3,5% del pasivo total.
El acuerdo financiero incluye el mantenimiento de todas las líneas de circulante, por un importe de 39,5 millones de euros, para la división de Avramar Ibérica durante un periodo de 4 años, que se renovarán de forma automática en los dos primeros años. Además se alargan los plazos de pago de gran parte de sus préstamos, incluyendo una carencia de 12 meses. Unas medidas con las que Avramar considera que tendrá "caja operativa suficiente para llevar a cabo su actividad de manera habitual durante los próximos ejercicios", según su memoria.
El acuerdo también supone aumentar las garantías de los bancos, para lo que se pignoran inmuebles y embarcaciones por un valor de tasación de 13,7 millones de euros, el 51% de las acciones de Avramar Ibérica y los derechos de crédito generados por la venta de biomasa producida en España.
Cierre en Burriana
El plan de reestructuración tiene como objetivo optimizar y maximizar la rentabilidad, según fuentes de Avramar, que explican que a pesar de adelgazar su estructura, con las mejoras se espera seguir manteniendo el mismo nivel de producción, en torno a las 12.000 toneladas anuales en España. Dentro de ese plan ya se ha abordado el cierre de granjas marinas, las instalaciones para el engorde de peces en el mar. Así Avramar ha cerrado Acuícola Marina, ubicada en Burriana (Castellón). También ha formalizado la cancelación de los acuerdos que tenía para el suministro con granjas marinas externas al grupo.
Tras esas medidas, la división española de Avramar mantiene dos criaderos de alevines en Castellón y Murcia, además de tres grandes granjas en el mar en la costa de Calpe, El Campello y Villajoyosa en Alicante. Una concentración geográfica que según la firma de acuicultura ha buscado las ubicaciones más seguras frente a las posibles inclemencias meteorológicas, como ocurrió con el temporal Gloria en 2020 que provocó la pérdida de la producción de su granja de Burriana.
Por último, entre sus instalaciones españolas Avramar también incluye una planta de procesado en Castellón y las oficinas de su sede central en Valencia, a la que se trasladó hace dos años. La compañía además ha vendido su antigua sede en Vall d'Uixo (Castellón).
Pez grande se come al chico
El fuerte desarrollo de la cría o cultivo de pescado ha atraído a grupos inversores que aspiraban a liderar un sector en plena concentración y que aparecía entre los de mayor potencial ante el agotamiento de los caladeros de los mares. Con esa idea el fondo estadounidense Amerra, especializado en el sector agroalimentario, entró en 2016 en el grupo griego Andromeda, que ya había adquirido viveros y granjas marinas en el Mediterráneo español, el segundo productor de peces de acuicultura de Europa tras Grecia por el peso de la dorada y lubina.
En 2018 de la mano del fondo soberano de Abu Dabi, Mubadala, se lanzó a pescar los también griegos Selonda y Nireus. El resultado fue Avramar, que facturó 455 millones de euros en 2022, aunque su elevada deuda ha torcido los planes para convertirlo en un gigante al nivel de los grandes productores de salmón de Noruega o Canadá.