Retail - Consumo

Francia da la razón a Carrefour y obligará a los supermercados a informar de la 'reduflación'

    Carteles colocados por Carrefour durante su disputa con PepsiCO por sus precios.

    Javier Mesa

    El Gobierno francés sigue decidido a erradicar de sus supermercados por ley la técnica de la 'reduflación' con la que algunos fabricantes tratan de ocultar sus subidas de precios al reducir la cantidad de producto que ofrecen en sus envases.

    El ejecutivo de Emmanuel Macron, que ya manifestó a finales del año pasado que prohibiría estas prácticas, tramita un proyecto de ley, que ya fue firmado el pasado martes, que prevé la obligación de avisar mediante carteles informativos en los supermercados y tiendas de alimentación de esta reducción de producto, tal y como ha avanzado la ministra de Comercio, Olivia Grégoire.

    "A partir del 1 de julio, cuando los productos -alimentarios o no alimentarios- se retraigan habrá un aviso en el lineal durante dos meses", ha explicado Grégoire, en los que se indicará: "Para este producto, la cantidad vendida ha pasado de X a Y y su precio por kilo, gramo o litro ha aumentado un X % o X euros".

    Se trata del mismo tipo de avisos que ya empezó a emplear la cadena gala Carrefour a finales del año pasado para prevenir a sus clientes de subidas de precios "inaceptables" por parte de algunos fabricantes como PepsiCo, cuyos productos dejó de comercializar. Este veto, que también aplicó la cadena en nuestro país, llegó a su fin a comienzos de este mes tras el acuerdo alcanzado entre el fabricante y el distribuidor.

    Este tipo de medidas ahora serán obligatorias para todas las cadenas de distribución en un país cuyo Gobierno, que aprobará la medida en próximos días, pretende avanzar frente a estas prácticas y extender en el futuro esta responsabilidad informativa a los fabricantes en toda Europa.

    La presión inflacionista vivida en los últimos dos años años ha generado tensiones entre fabricantes y cadenas de distribución que en nuestro país han derivado en la expulsión de la oferta de cadenas como Dia o Mercadona de marcas tan reconocibles como Bimbo o Pascual. Tal y como reconocía hace unos días el presidente de esta última, Tomás Pascual, estas medidas forman parte de las habituales relaciones entre fabricantes y distribuidores que priorizan la oferta de sus productos de marca blanca.