Qué productos para la cena de Navidad hay que empezar a comprar ya para que luego no te salgan mucho más caros
- Algunos alimentos pueden almacenarse o congelarse sin problemas
- Así, podemos comprarlos con antelación, antes de que suban sus precios
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elEconomista.es
Aunque todavía queda más de un mes para la celebración de la Nochebuena y la Nochevieja, no hay que perder de vista estas dos fiestas, especialmente si hay que organizar las tradicionales cenas y más todavía si se hacen en nuestras casas. Quien se ha tenido que encargar algún año de estos festejos bien lo sabe: puede ser una tarea ardua y, además, cara.
Por eso, una de las obsesiones de las personas que tienen ante sí esta celebración es la de ahorrar el máximo dinero a la hora de comprar la comida y la bebida. Y la mejor forma de hacerlo es siendo previsores, es decir, comprando los alimentos cuando todavía no han subido de precio.
El contexto es especialmente importante: aunque la inflación tiene niveles mucho menores que los de hace un año, la inflación subyacente, en la que se incluyen buena parte de los alimentos que se compran en una cena de Navidad, aún está subiendo a un 9,5% (dato de inflación del mes de octubre).
Por eso, y teniendo en cuenta que en las próximas semanas determinados alimentos subirán de precio ante el aumento de la demanda que se experimenta en la segunda quincena de diciembre, comprar productos con antelación puede ser clave para ahorrarse una cantidad considerable de dinero.
- Mariscos y pescado: son uno de los clásicos de las cenas navideñas, que son impensables sin gambas, langostinos, percebes...y sin pescados que, además, pueden congelarse sin problemas. Todos ellos suben de precio de forma considerable conforme se acercan las fiestas, por lo que comprarlos ahora es una excelente idea.
- Carnes: pasa lo mismo que con los mariscos y pescados. Algunos productos también típicos en los platos de las cenas de Navidad (pavo, chuletones, chuletillas de cordero...) pueden congelarse y, si se compran antes, estarán a un precio sensiblemente inferior que en diciembre.
- Vinos, licores y otras bebidas alcohólicas: son otro de los elementos que no suelen fallar en las cenas de Navidad y de cara a la sobremesa de las mismas. Y es por eso que, cuando entramos en el mes de diciembre y en las semanas cercanas a las fiestas, están a un precio mayor. Almacenar en casa lo que sabemos que podremos necesitar también permitirá ahorrarnos dinero.
- Dulces navideños y frutos secos: turrones, polvorones, mazapanes, bombones, nueces, avellanas...todos ellos suelen estar en las típicas bandejas que se preparan para después de la comida, junto a una copa de vino o un licor.