Retail - Consumo
La ONU sentencia el futuro de los plásticos con un tratado vinculante para acabar con la contaminación
- Sería el acuerdo medioambiental más importante los últimos años
- Primero tiene que poner de acuerdo a las partes implicadas
Marta González
Semanas después de que concluyera la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de este año, ha tenido lugar la reunión del Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación por Plásticos. Al igual que en la otra se consiguió llegar a un acuerdo histórico en materia de "pérdidas y daños", en esta se ha dado otro importante paso: se ha pactado la creación de un tratado internacional para abordar el problema de los residuos plásticos. La idea es que sea jurídicamente vinculante y se convierta en el acuerdo medioambiental más importante de los últimos años. Para que esto suceda, la organización primero tiene que poner de acuerdo a las partes implicadas, lo que no es tarea fácil. Además, solo tiene dos años para lograrlo.
Por un lado, están los que apuestan por prohibir por completo los plásticos de un solo uso, como es el caso de la The High Ambition Coalition to End Plastic Pollution, compuesta por 45 países. En concreto, el grupo cree que esta medida permitiría reducir de manera significativa la contaminación, ya que estos productos representan el 50% de los residuos plásticos que se generan a día de hoy. También serviría para cambiar los hábitos de producción y consumo tanto de empresas como de consumidores.
Otros piden vetar cerca de 2.400 sustancias químicas nocivas de las 10.000 que se utilizan en la producción de este material, pues hacen que estos los residuos plásticos no se puedan reciclar. Y, por si esto no fuera suficiente, son sumamente peligrosas para las personas, pudieron provocar asma e, incluso, infertilidad.
En el lado contrario están las coaliciones de este sector, más partidarias del reciclaje. El problema de esta postura es que darle una segunda vida a estos productos apenas tiene un impacto real en el volumen de contaminación por plásticos al que se enfrenta el planeta. Además, en los últimos años el porcentaje de plásticos reciclados se ha reducido: en EEUU, ha pasado del 9,5% en 2014 al 5% en 2021, según recoge Quartz.
Estos grupos también proponen establecer objetivos globales basados en las prioridades de cada país, como ya se hizo en el Acuerdo de París de 2015. Este punto tampoco convence ni a los activistas climáticos ni a los países más comprometidos en la lucha contra el cambio climático porque consideran que ese tratado ha sido un fracaso. Gigantes petroleros como ExxonMobil y Chevron han destinado millones de dólares a impedir que EEUU saque adelante una normativa que reduzca su actividad.
España y las bolsas de plástico
No es la primera vez que se intenta abordar el problema de la contaminación plástica. Por ejemplo, la Unión Europea cuenta desde 2015 con una ley que limita el consumo de las bolsas de plástico de un solo uso. Como parte de ese plan, los 27 Estados miembros se han puesto como objetivo que cada persona emplee 40 bolsas al año en 2025.
Sin embargo, algunos países están más cerca de alcanzar esa cifra que otros, entre los que se encuentra España. Se trata del cuarto país de la Unión Europea que más consumo de bolsas de plástico tuvo en 2020 con más de 8.800 millones, entre bolsas ligeras -entre 15 y 50 micras- y muy ligeras -menos de 15 micras-. Es decir, se emplearon 186,5 unidades por persona, superando con creces la media europea, que se situó en 87, según datos de Eurostat.
El caso español sorprende porque, en lugar de ir a mejor, ha empeorado. A saber: en 2018, los españoles usaron 4.503 millones de bolsas muy ligeras; un año después, emplearon 4.683 millones de unidades; y, en 2020, esa cifra escaló hasta los 6.056 millones.
Aún así, se han producido ciertos avances: los españoles usaron 4.206 millones de bolsas ligeras en 2018, una cifra que se redujo en 1.736 millones de unidades un año después, aunque es cierto que volvió a remontar hasta los 2.776 millones en 2020.
Los países con mayor consumo fueron Lituania (294 bolsas por persona), República Checa (251) y Letonia (229). En el lado contrario de la balanza se encuentran Bélgica (10 bolsas por persona), Portugal (17) y Polonia (20).