Enrique Silla (Jeanologia): "El 20% de la producción textil volverá a Europa y Norteámerica"
Ángel C. Álvarez
Valencia,
La valenciana Jeanologia supo ver la oportunidad de mejora medioambiental del textil y convenció a fabricantes como Levi's o Uniqlo con el ahorro de costes de su tecnología que reduce el uso de agua y el impacto de esta industria. Con sus desarrollos se fabrica el 40% de los vaqueros mundiales y en 2019, con más de 100 millones de euros de negocio, dio entrada a Carlyle en su accionariado.
¿Cómo les han afectado estos dos años desde la pandemia?
Al sector textil le supuso un impacto especial porque las tiendas estuvieron cerradas mucho tiempo y la gente salía muy poco de casa. En el caso de Jeanologia, nosotros no vendemos al consumidor, si no que somos inversión de capital, maquinaria y tecnología que se traducen en plantas industriales. En 2020, la caída de la facturación fue del 60%, pese a ello acabamos el año en ebitda positivo. En 2021 hemos vuelto a crecer el 40%, pero sin llegar al nivel de 2019.
¿Van a mantener esa recuperación pese a la inflación y los problemas de suministro?
Crecíamos a ritmos del 30% anual hasta 2019 y el objetivo es volver a esos niveles. El problema de este año es distinto, de ruptura en las cadenas de suministro, no encuentras componentes electrónicos que antes tenías en un día. A ello se suman las subidas de materias primas. Vamos a crecer, pero nuestra preocupación es cómo gestionar el margen. En Turquía estamos viviendo una inflación del 60%, tenemos que subir el salario cada tres meses. Este año las empresas ganadoras van a ser las que tengan buenos gestores.
Están presentes en 33 países, ¿aún tienen mercados por abrir?
El 96% de nuestra facturación está fuera de las fronteras europeas. Siempre hemos sido una empresa muy exportadora. Pero hemos dado un salto de estrategia. Para nosotros son muy importantes Bangladesh, Vietnam, Brasil... Para crecer allí tenemos que tener gente, ser un jugador local. Otro reto es Estados Unidos, donde el fenómeno de la vuelta de la producción cerca de donde se consume está llegando antes que a Europa.
¿Ya notan esa relocalización en Estados Unidos?
Coser un vaquero en Estados Unidos cuesta 8 o 9 dólares, en Bangladesh 0,90 centavos. Para compañías que producen 200 millones de pantalones genera ahorros de 1.000 millones al deslocalizar. Lo que estamos viendo es una relocalización por regiones. Si antes se compraba el tejido en China, se cosía en Vietnam, se le ponía algo en Bangladesh y luego venía a España. Ahora todo eso va a pasar en una misma región. Calculamos que en los próximos cinco años volverá a Europa y Norteamérica entre el 10% y el 20% de la producción, puede parecer poco, pero es muchísimo. Solo el 15% de la producción de vaqueros son 1.000 millones de pantalones.
¿Cómo puede Jeanologia sacar partido a esa vuelta de la fabricación?
No puedes traer esas grandes factorías de miles de trabajadores que producen 50.000 jeans al día. Pero sí puedes traer unidades más pequeñas de entre 2.000 y 3.000 prendas diarias que fabriquen en instalaciones hiperautomatizados, sin impacto ambiental y con poca mano de obra. Lo llamamos Urban Factory. Eso supondría miles de empleos. Con la pandemia nos hemos dado cuenta que tiene una oportunidad brutal por dos fenómenos. Por un lado, que es inviable la logística de la cadena de suministros global como hasta ahora. Y por otro, el crecimiento de la venta online, que cambia la forma de fabricar porque tu oferta cambia cada semana.
Presentaron un plan para desarrollar este modelo en España.
Empezamos este proyecto antes del Covid. Construimos una Urban Factory para Levi's en el desierto de Las Vegas, para demostrar que es posible producir textil sin agua. Hemos hecho experiencias similares con Inditex, Alibaba en China o Tommy Hilfiger en Amsterdam. Urban Factory significa manufactura bajo demanda, en lugar de vender aquello que produzco, voy a producir aquello que vendo. Requiere un cambio cultural, tenemos que volver a tener una mentalidad industrial. Hoy para abrir una pequeña planta necesitas 16 permisos distintos, que tardan año y medio.
¿Confía en obtener fondos de los Pertes para ello?
Los Pertes son como humo, llevamos dos años que nos convocan para contarnos una historia que luego no se materializa o que no se concreta y no está nada claro. Urban Factory es algo que va a pasar y que vamos a hacer con nuestros propios medios, si existe alguna ayuda intentaremos aprovecharla, pero tenemos muy poca confianza.
¿Estudia saltar a otros sectores?
Nosotros tenemos una misión: eliminar el agua de la producción textil. Estamos muy focalizados en ese objetivo, solo dentro del textil tenemos para 20 generaciones de empresa. Empezamos con un nicho muy concreto, los vaqueros, el producto más usado. Hemos saltado a otra ropa como camisetas, polos, suéters. La mayoría de prendas se fabrican en un color, eso supone un gran consumo de agua y energía para transferir otros colores. Hoy el 25% de nuestro negocio viene del color. Después de dos años trabajando con Ralph Lauren hemos desarrollado un proyecto que permite fabricar todas las prendas en blanco y cuando el consumidor decide el color que quiere en una hora lo tiene. Evita stocks y transporte, y además del agua, se elimina desperdicio y consumo de energía.