Iglesias se queda solo clamando en el desierto: Sánchez solo le ofrecerá un pacto de programa

Cada día que pasa después de la jornada electoral del 28 de abril, más firme parece Pedro Sánchez acerca de su plan de gobernar en solitario, y más enfadado se muestra Pablo Iglesias por ver frustrada su idea de una coalición.

Los 123 diputados recabados por el PSOE el pasado domingo han otorgado un revestimiento de fortaleza en el actual presidente del Gobierno en funciones. Sánchez, aupado en su recuperación -desde los 85 escaños de los que partía-, en la debacle 'popular' -Casado se queda con 66 asientos en el Congreso- y la pérdida de votantes de Unidas Podemos -de 71 a los 42 escaños-, ha decidido apostar por la formación de un gobierno en solitario, rechazando así la construcción de una coalición con Pablo Iglesias. 

El PSOE aprovechó el mismo lunes, inmerso aún en la resaca de la noche electoral, para dejar claro sus dos líneas rojas: quieren mantener un Gobierno monocolor y los pactos llegarán después de las autonómicas y municipales del 26 de mayo para no pillarse los dedos. La primera idea la fijó la vicepresidenta del Gobierno, ya en funciones, Carmen Calvo, quien defendió la "fórmula" de gobierno en solitario de Pedro Sánchez después la moción de censura, y apostó por continuar con este método. 

El plan inicial blandido por los socialistas dista mucho del de Iglesias. El líder de Unidas Podemos no ha perdido ni un segundo en reclamar la constitución de un gobierno conjunto con los socialistas desde la publicación de los resultados electorales -y antes-.  De hecho, este miércoles publicó un artículo en el diario El País donde urgía a que Sánchez aceptase su propuesta de "un gobierno estable y de izquierdas". "Nuestro 14,3% sitúa a las formaciones progresistas de ámbito estatal en el 43% de los votos, casi a la par en votos respecto a las derechas estatales y sus confluencias, pero con más peso parlamentario (165 frente a 149) gracias a un sistema electoral que, en esta ocasión, ha favorecido al PSOE", esgrimió Iglesias en su texto. 

Un día antes, la 'número dos' de Podemos, Irene Montero, defendía que Unidas Podemos aportaría "estabilidad" a un gobierno de coalición con PSOE y perfiles de personas con "solvencia reconocida" como "Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Pablo Echenique o Rafa Mayoral". "Nos planteamos un solo escenario: el de un gobierno de coalición", insistió Montero. La portavoz de Unidas Podemos en el Congreso urgió al presidente en funciones en iniciar las negociaciones para decidir qué es lo que quieren hacer y con qué personas, dando a entender que su formación tiene la capacidad de aportar personas -ministros- de peso. "Nunca hemos despreciado la importancia de quien hace las cosas y aportaríamos muchos valores", apuntó. 

Los gestos de Sánchez 'mosquean' a Iglesias

El líder de Podemos, sin embargo, lleva días recibiendo gestos de Sánchez que no conducen a pensar que su propuesta está siendo considerada. La convocatoria de los líderes de PP y Ciudadanos a la Moncloa por parte del presidente en primer lugar la semana que viene -por representación de número de escaños-, antes de una reunión con Iglesias, ha molestado al líder morado.  Con estas reuniones, Sánchez busca "analizar la situación política" que dejan los resultados electorales. Pablo Casado será el primero, con un encuentro el lunes 6 de mayo a las 13:00 horas. Un día después se verá con Albert Rivera, a las 11:00 horas, y con Pablo Iglesias, a las 17:00 horas del martes.

Según publica esta mañana el diario El País, Pedro Sánchez solo ofrecerá a Iglesias un acuerdo programático, que descarta la opción de un Ejecutivo en coalición con ministerios para Unidas Podemos. Este mismo jueves, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha considerado que Pedro Sánchez tendrá "difícil" gobernar en solitario, pero parece que "no hay otro" escenario teniendo en cuenta que ya se han descartado opciones.