Política

García Castaño: "Vamos a hablar y negociar con todo el mundo"

  • "Ciudadanos no debería cerrar las puertas, y cerrárselas al mismo tiempo, tan rápido"
  • "Es necesario hacer una lectura más flexible de la regla de gasto, más semejante a la que hacen otros países europeos"
  • "Hay que darle una vuelta a las competencias municipales"

Eduardo Ortega Socorro
Madrid,

Jorge García Castaño, concejal de Hacienda de Madrid, se siente aliviado y satisfecho. Este 2019 el ayuntamiento capitalino escapará del brazo de control del Ministerio de Hacienda tras haber cumplido la regla de gasto y recuperará, en marzo, la plenitud de sus competencias. Sin embargo, en la entrevista concedida a elEconomista, denuncia que esta medida de control presupuestario es injusta para Madrid y la describe como "antieconómica".

Además, reconoce que su formación, Más Madrid, calienta motores de cara las elecciones del 26 de mayo, unos comicios para los que no descarta ninguna alianza, ni siquiera con Ciudadanos. 

¿Cómo ha cerrado Madrid 2018?

Madrid lleva desde 2008 con una política de ajuste muy dura y desde la legislatura pasada está en un plan económico financiero. Desde que llegamos al Ayuntamiento en 2015 conseguimos invertir esa tendencia, lograr tener políticas más expansivas e incrementar sustancialmente el gasto social y la inversión en los barrios de la ciudad. Pero teníamos todavía ese plan económico financiero encima, y ha sido finalmente este año cuando hemos podido cumplir la regla de gasto. Cuando hagamos la liquidación en marzo recuperaremos definitivamente todas nuestras competencias. Esto nos va a permitir crear nuevas empresas del sector público y llegar a acuerdos laborales como las 35 horas semanales.

¿Cuál ha sido el superávit de la ciudad en 2018?

Va a estar por encima de los 1.050 millones de euros. Faltan algunos ajustes, pero seguro que estará por encima de eso.

Se trata de una cantidad que el Ayuntamiento no va a poder emplear tanto como le gustaría por la regla de gasto de las entidades locales.

La regla de gasto es especialmente injusta con Madrid y bastante antieconómica, teniendo en cuenta que tenemos una deuda que es inferior al 50 por ciento de los ingresos corrientes del Ayuntamiento.

Mientras, la deuda de la Comunidad está en alrededor del 200 por ciento de sus ingresos. Tenemos una deuda perfectamente controlada y necesidades de invertir y de incrementar el gasto social, aunque ya lo hemos aumentado un 70 por ciento respecto a la anterior legislatura, y tenemos la capacidad de financiación para hacerlo.

"La forma de aplicar la regla de gasto es poco racional en general y no tiene sentido para el conjunto del país. Y es especialmente injusta para Madrid"

Con todo, hemos conseguido dar pasos. El Presupuesto para 2019, acordado con el Ministerio de Hacienda, ya incrementa el gasto no financiero en un 9 por ciento, que es el que realmente va a llegar a los ciudadanos. Pero necesitamos dar más pasos, sobre todo porque es poco comprensible para la ciudadanía y las empresas de Madrid que 1.050 millones que pueden estar en la economía de la ciudad estén en los bancos.

¿Está Madrid especialmente agraviada por la regla de gasto, o son todas las entidades locales las que viven esta situación?

La forma de aplicar la regla de gasto es poco racional en general y no tiene sentido para el conjunto del país. Y es especialmente injusta para Madrid. Cuando se empezó a calcular la regla de gasto, la ciudad estaba una situación muy mala financieramente, estaba gastando prácticamente una tercera parte del presupuesto en salir de una deuda calamitosa. A partir de ahí se ha dado un techo de gasto muy bajo, que es el que se ha consolidado hasta ahora.

Hemos dado pasos muy importantes. El Presupuesto de 2019 es uno de ellos, pero para llegar a las cifras de gasto por habitante que tienen ciudades como Bilbao o como Barcelona todavía nos queda recorrido.

"Para llegar a las cifras de gasto por habitante que tienen ciudades como Bilbao o como Barcelona todavía nos queda recorrido"

Los Presupuestos del Estado no parece que terminen de cuadrar. ¿Cuál es la situación de las Cuentas de Madrid?

Nuestros ingresos son muy claros. No tienen ni trampa ni cartón, fundamentalmente porque la principal fuente de ingresos del ayuntamiento es el IBI. En todo caso, podría haber más variaciones en la participación de impuestos del Estado, pero no creemos que sea así. Los ingresos están muy consolidados, y por el lado del gasto se da un incremento de la inversión, que permite la subida del techo de gasto, con una consolidación de nuestra apuesta en el gasto social. Ya en la ejecución de 2018, el incremento del gasto social respecto al último año del PP es del 58 por ciento. Y el salto para 2019 va a ser del 70 por ciento. Eso significa más escuelas infantiles y más gratuidad en ellas, un aumento del 30 por ciento del gasto en personas mayores, en cuestiones relacionadas con la migración y la integración social más directa y en construcción de vivienda pública. Tanto la Comunidad como el Ayuntamiento había dejado de construir, pero en esta legislatura hemos dado un paso importante en este aspecto, que creo que nos pone en las condiciones que tendríamos que estar. Ahora nos falta dar un paso todavía más importante.

¿Espera decretos por parte del Gobierno o enmiendas en los Presupuestos que solventen los problemas relacionados con la regla de gasto?

Hay tres vías por las que debe actuar el Gobierno. Una, flexibilizar todavía más el régimen de las inversiones financieramente sostenibles, para que haya más cosas que podamos hacer sin que computen en regla de gasto en el caso de los ayuntamientos que tenemos capacidad de financiación para hacerlo.

Por otro lado, es necesario hacer una lectura más flexible de la regla de gasto, más semejante a la que hacen otros países europeos, y espero que haya pasos en esta línea, si no este año en los próximos.

Finalmente, y como está planteando la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), hay que darle una vuelta a las competencias municipales. Seguramente hay competencias que están en las comunidades autónomas que están infrafinanciadas y que no les dan la importancia que tienen. Los ayuntamientos las trataríamos mucho mejor. Estoy hablando de la renta mínima de inserción en Madrid, por ejemplo, o el Metro. Si nosotros volviéramos al accionariado de Metro y pudiéramos financiarlo con 150 millones más al año, como hemos planteado, la red iría mejor para todos los madrileños, que en realidad no saben si es del Ayuntamiento o de la Comunidad. No les importa ni tiene por qué importarles.

En estos pasos la Administración Central tiene que ayudar, pero las autonomías también tienen que sumarse.

Jorge García Castaño, concejal de Hacienda de Madrid.

Hablemos de la reciente polémica por el anuncio que hizo Íñigo Errejón de que será el candidato de Más Madrid para la Comunidad, y que todavía no ha sido expulsado por el partido morado, mientras que usted sí lo fue por algo hasta cierto punto de menor. ¿Considera que ha habido diferencia de trato?

Hay diferencias políticas, más que de trato. Además, la parte burocrática importa menos, ¿no? Lo que hay encima de la mesa (Más Madrid) es una propuesta política ambiciosa, progresista, transversal y que no se quiere quedar en el rincón al que la quieren mandar otras fuerzas políticas, escorada en la extrema izquierda. Eso no es lo que este Ayuntamiento de Madrid representa ni es lo que quiere representar la candidatura de Íñigo en la Comunidad. Puede haber gente que tenga otros criterios, y espero que les vaya muy bien, y si podemos colaborar lo haremos. Y si no, competiremos con la mayor de las lealtades.

Pero eso no es lo importante para nosotros. Hemos expresado una forma de gobernar para todos, como plantea Manuela siempre, de tener una relación razonable con sectores económicos y con sectores sociales que no nos votaron ni apoyaron en un primer momento por miedo a lo que pudiéramos a hacer cuando llegáramos al gobierno. Seguramente, tras una legislatura en la que hemos podido acabar con la deuda, mejorar la inversión y plantear un gasto social sostenible, ahora puedan vincularse a nuestro proyecto. Eso debería ser lo deseable para todo el mundo en las posiciones progresistas en las que estamos. Pero si no lo podemos hacer juntos lo haremos por separado.

Cuando habla de extrema izquierda… ¿A qué se refiere concretamente? ¿A Podemos en Madrid?

No, pero a veces los adversarios te quieren situar en una parte del tablero político en la que no debemos dejar que nos instalen. No somos el inverso de Vox. Estamos en la centralidad de la política madrileña. Somos la fuerza más importante de la ciudad de Madrid y en torno a la que se articula todo. Esa centralidad la tenemos que defender hablando con todo el mundo y con políticas mucho más transversales de las que se han planteado en la izquierda.

Tenemos que ser capaces de llegar a acuerdos con mucha gente en lo político, en el pleno del Ayuntamiento, pero en lo económico y en lo social también. Son cosas positivas que hemos aprendido gobernando y que forman parte de la marca de nuestra forma de hacer en el ayuntamiento. No vamos a dejar que nos las arrebaten y vamos a avanzar en ellas.

"A la ciudad lo que no le viene nada bien es que la agenda política la marquen Vox y la extrema derecha"

Por sus palabras… ¿Existe la posibilidad de un pacto con Ciudadanos que amarre del todo las alianzas para el Ayuntamiento, dada la debilidad del PSOE?

A la ciudad lo que no le viene nada bien es que la agenda política la marquen Vox y la extrema derecha. Eso no pasa en ninguna capital de Europa occidental ni de Estados Unidos. Las agendas políticas de las grandes ciudades son las agendas progresistas en las que todos venimos a hablar de lo mismo, con una coincidencia muy grande en lo que deben ser los retos de futuro en transición energética, en movilidad, en asimilación de la inmigración, en políticas sociales y de vivienda… Hay una agenda muy común en la que estamos gobiernos progresistas y gobiernos liberales, algunos incluso con presencia de partidos conservadores. Eso es lo que hace falta en el futuro en Madrid, que es una gran ciudad.

Lo que no tiene sentido es estar hablando de políticas identitarias con partidos antieuropeos. Aquí hay que hablar del salario mínimo, de las inversiones, de la vivienda… Sinceramente, estar hablando de los belenes o de Blas de Lezo todo el día no es lo razonable. En este sentido, espero que Ciudadanos también se replantee las cuestiones. Nosotros vamos a hablar y negociar con todo el mundo. Lo hemos planteado siempre y lo planteamos la legislatura pasada. Por supuesto que tenemos preferencias y hablaremos primero con el PSOE. Ciudadanos no debería cerrar las puertas, y cerrárselas al mismo tiempo, tan rápido. Al final, su alianza puede ser con el PP de Esperanza Aguirre, que es el partido más corrupto de Europa, y con un partido de ultraderecha como Vox. Eso la ciudad de Madrid no lo pide. No sé si es lo que pide el electorado de Madrid, tengo mis dudas, no creo que sea lo razonable.

¿Va a pagar Más Madrid un precio electoral por Madrid Central?

Materialmente está funcionando muy bien, mucho más de lo que yo pensaba. Pasó con la Ley Antitabaco: pensé que iba a marchar peor y funcionó muy bien desde el primer día. En este país somos bastante más avanzados de lo que parece o de lo que algunas fuerzas políticas no quieren hacer pensar. Está incrementándose razonablemente el transporte colectivo, está bajando sustancialmente el uso del coche, sobre todo el de los vehículos más contaminantes. Está siendo una palanca muy buena para incentivar el cambio de flota de vehículos, ya sea en taxis, distribución urbana de mercancías o flotas privadas.

Madrid Central ha venido para quedarse y ningún gobierno con un poco de sentido común lo va a echar para atrás. Respecto a que esta medida pueda tener coste electoral lo dudo. Es agenda del conjunto de las capitales europeas y no hay nadie que esté yendo en dirección contraria. Y si lo tiene, lo tendremos que pagar. Es un compromiso que adquirimos con la ciudadanía y con los movimientos ciudadanos que llevan 20 años defendiendo este cambio.

García Castaño, durante la entrevista concedida a elEconomista.

¿Qué propuestas económicas maneja para el futuro de la ciudad?

Nosotros lo que creíamos que necesitaba la ciudad era más inversión, pero sobre todo una inversión distribuida en los barrios de la ciudad. No hacían falta tanto operaciones megalómanas o vinculadas a una candidatura olímpica o a la ciudad-escaparate como equipamientos de proximidad, intervenciones en vía pública, en zonas verdes pegadas a los barrios de la ciudad… Eso es lo que hemos intentado trabajar en esta legislatura y para lo que en la próxima vamos a tener más margen económico, gracias al saneamiento de las cuentas. A todos nos gustaría haber avanzado más en estos cuatro años, pero en muchos barrios las últimas intervenciones urbanas eran de hace 20 años, y eso no se cambia en dos días. Hemos cogido una buena dinámica y ahora toca incidir más en ella, y más distribuidas en los barrios y fuera de la M-30.

El tipo de inversión que vamos a hacer ahora será muy parecido a lo que hicimos con la biblioteca de San Fermín. Era un solar que llevaba criando malvas desde hace 20 años, y se atendió una reivindicación de los movimiento ciudadanos con una intervención que no es tan cara comparada con otras obras que se han hecho en esta ciudad.