Política

PP y PSOE discrepan de la aplicación del 155 y de la salida para Puigdemont

  • Rajoy redobla sus exigencias y Ferraz se conforma con elecciones
  • La CUP advierte a JxSí que de convocar elecciones se quedarán solos
<i>Margarita Robles, portavoz del PSOE en el Congreso. Foto: EFE.</i>

Carmen Obregón

Después de un día de mensajes cruzados, interpretaciones diversas y errores de bulto, el Gobierno y el Partido Popular decidió ayer convenir que solo se dejará de aplicar el artículo 155 de la Constitución si Puigdemont restaura la legalidad, pone en vigencia el Estatut de la Generalitat y la Constitución, anula todas las leyes aprobadas en el Parlament -entre ellas la Ley de Transitoriedad y la Ley de Referéndum-, pide perdón al pueblo catalán por lo que ha hecho y también se lo pide al resto de españoles y, finalmente, activa el funcionamiento ordenado del Parlament. El PSOE frenaría su apoyo al 155 si Puigdemont convoca autonómicas.

Tras el baile de declaraciones del día anterior de distintos miembros del Partido Popular, el simple hecho de convocar elecciones autonómicas, incluso con la LOREG en la mano, no sería suficiente motivo para dejar de pisar el acelerador sobre el artículo 155 y abandonar las actuaciones diseñadas para restituir el autogobierno en Cataluña.

Unas elecciones en sí -explica el Grupo Popular en el Congreso- no implican la limpieza automática de todas las cosas se han hecho con anterioridad. Por eso, el Estado de Derecho va a seguir funcionando y las responsabilidades civiles y legales van a llegar a las personas que han vulnerado la ley, con gravísimas consecuencias para el conjunto de los catalanes, como es el hecho de que 1.300 empresas hayan sido expulsadas de este comunidad, argumentan.

El requerimiento socialista

A dos días de la celebración del pleno en el Senado, el planteamiento del Grupo Socialista es menos exigente que el actual del Partido Popular. Parece que el idilio inicial entre las dos formaciones se ha roto y las primeras discrepancias están saliendo a la luz.

Al amparo de las manifestaciones que este lunes hizo la vicepresidenta Saénz de Santamaría, en las que afirmó que "el Gobierno de la Generalitat tiene aún la posibilidad de ir al Senado y hacer las alegaciones que crea conveniente", la portavoz del PSOE, Margarita Robles, cree que es más que evidente que el Ejecutivo está justo en la misma tesis que los socialistas. Es decir, cabe la posibilidad de que Puigdemont dé un paso atrás y convoque elecciones en Cataluña. Y de ocurrir de ese modo -subrayan-, y siempre que esta convocatoria se haga en marco constitucional, renunciando a la declaración de independencia, nada justificaría que ahora se aplicará el artículo 155. Con eso se entiende que el president catalán acata la ley, y por tanto ni siquiera es menester que renuncie a las leyes aprobadas en el Parlament, normas que han sido suspendidas por el Constitucional. En definitiva, si Puigdemont reaccionara así, esta actuación recogería la literalidad del acuerdo suscrito con Rajoy, que dice que "el Gobierno podrá anticipar el cese de estas medidas si cesaran las causas que lo motivan, dando cuenta al Senado de la decisión". En cualquier caso, el PSOE insiste en que su posición es de sobra conocida por Moncloa, y así se le ha transmitido al Gobierno.

Lo cierto es que desde Miquel Iceta hasta José Montilla, pasando por Margarita Robles, los socialistas están dispuestos a gastar un último cartucho y convencer al Govern de las ventajas de una convocatoria electoral. Apelan a su responsabilidad histórica de acabar con esta aplicación y encontrar la "salvación de Cataluña", además de una salida digna a su carrera política.

En contraste con la concrección del Partido Popular, para quienes los socialistas están buscanco "excusas y enviar un mensaje dulficado ahora que en el PSC se detectan grandes divisiones por el 155", el Grupo Socialista abre la puerta a la fase de alegaciones en la que es muy probable que el principal partido de la oposición presente alguna.

Ayer mismo, el portavoz del Grupo en el Senado, Ander Gil, confirmó la intención de su grupo de introducir enmiendas a las decisiones del Consejo de Ministros sobre la aplicación del 155, relacionadas con aspectos que no pudieron incluirse en las negociaciones que el PSOE mantuvo con el Gobierno.

Independencia o elecciones

De momento, Ferraz no se ha pronunciado sobre la votación final del viernes en el supuesto de que Carles Puigdemont sorprenda a los constituconalistas con una convocatoria de comicios autonómicos, sobre todo cuando este martes se ha conocido por un documento con argumentario político, que Junts pel Sí -reza el escrito- apuesta por que el pleno del Parlament que empieza el jueves sirva para proclamar la independencia en "legítima defensa" y luego iniciar un proceso de resistencia con la ayuda de la ciudadanía de Cataluña.

El documento de última hora de republicanos y exconvergentes contrasta de cabo a rabo con unas revelaciones hechas ayer por la CUP, en las que un diputado en el Parlament, Carles Riera, afirmó horas antes que el Govern sopesa convocar elecciones, advirtiendo de antemano que se opondrán "radicalmente, porque es el arma nuclear para acabar con el proceso de independencia catalán".

"Nos consta -señaló- que está sobre la mesa del Govern. Hay una propuesta de convocar elecciones autonómicas, y ello sería un acto de sumisión. Nos tratan como una colonia. Y convocar autonómicas sería la herramienta más eficaz y demoledora para parar el proceso de independencia", argumentó.

El diputado de la CUP sentenció que si el presidente Carles Puigdemont apoya la declaración de independencia estará arropado por el independentismo, pero si aboga por elecciones estará sólo y con el 155 de la Constitución aplicado.