Política

Ofensiva internacional para apoyar un Gobierno estable y de amplia base en España

    Sánchez ya ha recibido presiones desde París. <i>Imagen: EFE</i>

    José María Triper, Jorge Valero

    La situación de inestabilidad política en España está siendo seguida con la máxima atención por las principales cancillerías occidentales, que ven con preocupación tanto la posibilidad de una nueva convocatoria electoral como la formación de un Gobierno del PSOE con el apoyo o la abstención de Podemos, los independentistas y los antisistema.

    "España no es Portugal", comentaban ayer dirigentes políticos y empresariales, al tiempo que confirmaban que altos responsables de la Unión Europea, y de los gobiernos de Berlín, París y Washington mantiene contactos directos con las altas instituciones del Estado para recabar información y sugerir la conveniencia de que se forme, cuanto antes, un Gobierno estable, con amplio respaldo parlamentario y que garantice el cumplimiento de los compromisos de España con sus socios de la UE y con el resto de los aliados internacionales.

    Moncloa, los ministerios de Economía y de Exteriores, las sedes centrales de los dos partidos mayoritarios y también La Zarzuela son las instituciones con las que mayoritariamente estarían contactando los gobiernos extranjeros y las organizaciones internacionales con el objetivo de tener un conocimiento directo y puntual de cuanto acontece en las negociaciones entre las fuerzas políticas parlamentarias.

    Son llamadas que muestran el interés que suscita España en el exterior, pero que en "modo alguno suponen una injerencia en los asuntos internos", explican fuentes próximas al Ejecutivo, mientras que desde Zarzuela se insiste en que el Rey no recibe a nadie distinto de los grupos parlamentarios que participan en la ronda de consultas, y "se limita a cumplir escrupulosamente las obligaciones que le encomienda la Constitución".

    España es la quinta economía de la UE, que aporta en torno al 11% del PIB de la eurozona, frente al 2% de Portugal, y su posición estratégica y geopolítica en el mundo occidental es sensiblemente superior a la lusa, lo que explica "la intranquilidad de nuestros socios por las incertidumbres que generan los resultados del 20-D".

    Mientras, desde el Partido Socialista se admite la existencia de esta preocupación internacional y reconocen que desde el Partido Socialista y el Ejecutivo galos ya se han dirigido a Pedro Sánchez para advertirle de que no respaldarían en España un pacto de gobierno a la portuguesa. Este mensaje de "preocupación" por las dificultades para dar solución a la formación de Gobierno se escenificaba también ayer en Bruselas, donde el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, resaltaba que varios de sus homólogos europeos le comunicaban, en los márgenes del Consejo de Exteriores de la Unión, que España debería tener un Gobierno "cuanto antes".

    Más aún, Margallo apuntó que estos ministros -que no quiso nombrar, aunque sí dijo que procedían no sólo de su familia política (el PPE)- le trasladaron la importancia de que el nuevo Ejecutivo continúe con los "principios y valores" de la UE y "que asuma las obligaciones derivadas de la pertenencia a la unión económica y monetaria".

    "La paralización de un país tan importante en el euro como España es una preocupación que entiendo que comparten todos en cuanto a que puede afectar a todo el proceso europeo", más aún por todos los "nubarrones que se ciernen en el horizonte", como las turbulencias procedentes de China o la crisis en los países emergentes, subrayó el ministro.

    Margallo añadió que prefiere repetir elecciones a una coalición "heterogénea" que rompa con las reglas de la globalización, la UE, la unión económica o la unidad territorial española.