
El Senado de EE.UU. rechazó hoy un plan de presupuesto recién aprobado por la Cámara baja que habría evitado un cierre temporal del Gobierno federal esta medianoche a cambio de retrasar la entrada en vigor de una parte clave de la reforma sanitaria, lo que prolonga el bloqueo entre ambas cámaras.
Por 54 votos a favor y 46 en contra, el Senado descartó la propuesta y volvió a enviar a la Cámara de Representantes un plan que proveería temporalmente de fondos al Gobierno federal sin tocar la reforma sanitaria. De no llegar a un acuerdo ambas cámaras antes de la medianoche, parte del Gobierno deberá cerrar por falta de fondos.
"No vamos a ir a una conferencia legislativa con una pistola apuntando a nuestras cabezas", ha dicho el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, en declaraciones recogidas por la cadena estadounidense CNN.
La Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana, había votado a favor de celebrar una "conferencia legislativa", lo que se traduciría en la creación de una comisión bicameral para intentar superar el bloqueo en el Congreso.
"Esto quiere decir que somos los responsables, los razonables, los que están intentando mantener vivo este proceso mientras el reloj se sigue acercando a medianoche, a pesar de la negativa de los demócratas a negociar", había dicho un congresista republicano a la CBS.
Previamente, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó un plan presupuestario que evitaría un cierre temporal del Gobierno federal esta medianoche, pero retrasando durante un año la entrada en vigor de una parte clave de la reforma sanitaria, algo que el Senado y la Casa Blanca han advertido que no aceptarán.
Por 228 votos a favor y 201 en contra, la Cámara baja completó su tercer intento de atacar la reforma sanitaria, con un plan sin apenas opciones de convertirse en ley, lo que presagia un cierre parcial del Gobierno federal esta medianoche, cuando se agotarán los fondos no esenciales.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dejó claro que no está dispuesto a ceder, en un discurso poco antes de la votación.
"No voy a negociar", dijo Boehner. "Le diré al presidente: esto no se trata de mí. No se trata de los republicanos en el Congreso. Se trata de justicia para los estadounidenses", agregó, y subrayó el "impacto devastador" que está teniendo la reforma sanitaria.
Más de lo mismo
La propuesta aprobada retrasaría un año la entrada en vigor de la parte más importante de la reforma sanitaria, la que a partir de enero obligará a todos los estadounidenses a contratar un seguro de salud.
Además, prohíbe al Gobierno subvencionar los seguros médicos de los miembros del Congreso o de los funcionarios de la Casa Blanca, incluido el presidente, Barack Obama.