País Vasco
La convocatoria de huelga del 30 de enero divide a Euskadi
- ELA y LAB reclaman mejoras laborales que corresponde al Gobierno central adoptar, según UGT Y CCOO
Maite Martínez
Bilbao,
Euskadi vivirá el próximo jueves 30 de enero una huelga general por las pensiones, el empleo y los servicios públicos que más bien será parcial, porque el movimiento sindical y la sociedad están divididos.
La convocatoria, auspiciada por los sindicatos ELA y LAB junto a Steilas, ESK, Hiru, Etxalde y EHNE, y que también se extiende a Navarra, ha sumado el apoyo de movimientos sociales como SOS Racismo, la plataforma contra el Tren de Alta Velocidad, grupos de pensionistas y colectivos feministas.
Pero enfrente tiene a las formaciones CCOO y UGT, que consideran, entre otros motivos, que las reivindicaciones lanzadas corresponde al Gobierno central adoptarlas y que no ha habido tiempo material para poder hacerlo. Aún así, una de ellas, la subida del salario mínimo, fue aprobada la pasada semana por el Ejecutivo de Sánchez.
Ruptura de la unidad
Además, la huelga cuenta con el rechazo de una parte de los pensionistas vascos, movimiento que por primera vez rompe la unidad que le ha caracterizado desde el inicio de sus movilizaciones.
El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, asegura que "sobran razones para celebrar la protesta contra los gobiernos central, vasco y navarro, por el empeoramiento progresivo y notorio que padece la población, debido al aumento de la pobreza, la brecha salarial y la precariedad laboral".
"Sobran razones para celebrar la huelga", según ELA y LAB
LAB defiende la huelga general "para hacer frente a la precarización, por un trabajo digno, una vida y unas pensiones dignas", afirma Garbiñe Aranburu, secretaria general del citado sindicato.
Por parte del empresariado, el presidente de la patronal vasca Confebask, Eduardo Zubiaurre, se ha mostrado dispuesto a dialogar con el gobierno PSOE-Podemos, que considera legítimamente consitutido, y ha calificado de "incomprensible e irresponsable" la huelga general convocada por ELA y LAB. "Espero que no tenga éxito porque sería malo para la negociación y para el país", según Zubiaurre.
Ni correspondencia ni proporcionalidad
El propio lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado su 'enfado' con la convocatoria, a través de una carta dirigida a ELA y LAB, "porque no existe correspondencia ni proporcionalidad alguna entre las reivindicaciones que demandan y las competencias del Gobierno vasco para dar respuesta a las mismas".
En cuanto a la petición de un marco vasco de relaciones laborales, Urkullu considera "una contradicción" esta reivindicación por parte de estos sindicatos, "que se niegan a participar en los foros propios en los que se pueden materializar esas relaciones". El lehendakari cita la Mesa de Diálogo Social, el CRL, el CES y Lanbide, todos ellos sin presencia de ELA y LAB.
Entre las reivindicaciones de la huelga del 30-E en Euskadi y Navarra figuran que la pensión mínima sea de 1.080 euros, salario mínimo de 1.200 euros, la jornada laboral de 35 horas semanales y la derogación de las reformas laborales, tanto de Zapatero como la de Rajoy.
También se reclama que la edad de jubilación sea de 65 años, con la posibilidad de anticipada a los 61 si se suman 30 años trabajados, y que para el cálculo de la jubilación se tengan en cuenta solo 15 años de cotizaciones.