La rentabilidad, una urgencia para garantizar el futuro de los seguros en España
Juan García CEO de TUIO
El sector asegurador en España enfrenta un año clave, en el que las aseguradoras, tras varios ejercicios de volatilidad y presión sobre los resultados, deberán centrarse en recuperar la rentabilidad. La inflación, el aumento de costes, la digitalización y el impacto del cambio climático han redefinido las reglas del juego, forzando a las compañías a ajustar sus estrategias para asegurar su sostenibilidad financiera y la confianza de los mercados.
Incremento de costes: una rentabilidad bajo presión
El aumento de los costes de reparación, la inflación y las crecientes expectativas de los clientes han erosionado los márgenes del sector. En segmentos como el seguro de auto, la situación es crítica tras años de guerra de precios y ratios combinados por encima del 100%. Los ajustes en las primas, que en algunos casos han alcanzado incrementos del 50%, evidencian la necesidad de reequilibrar el sector para garantizar su viabilidad. Ya estamos viendo las primeras protestas de clientes, tanto particulares como profesionales.
Las aseguradoras deben buscar eficiencia y diferenciación a través de modelos de suscripción basados en datos, que permitan una segmentación más precisa y precios ajustados a los perfiles de riesgo. La capacidad de gestionar con inteligencia el riesgo y el pricing será clave para mantener la competitividad sin comprometer la rentabilidad.
El modelo Muface: un sistema que afecta a la estabilidad del sector
El sistema Muface es otro ejemplo de cómo la falta de ajuste financiero puede poner en peligro la rentabilidad de las aseguradoras. Compañías como Adeslas, Asisa y DKV han advertido sobre la insuficiencia de las compensaciones estatales frente al incremento de costes que comprometía la viabilidad del sistema. Esto no solo amenaza la calidad del servicio para más de 1,5 millones de funcionarios, sino que evidencia la necesidad de una reforma estructural. Si no se actúa, el modelo podría colapsar parcialmente, obligando al Estado a destinar mayores recursos en un momento de alta presión presupuestaria.
Transformación digital: inversión necesaria para la rentabilidad
La digitalización no es una opción, sino un imperativo para garantizar la rentabilidad a medio y largo plazo. La aplicación de inteligencia artificial y big data en la gestión de riesgos y la atención al cliente permite optimizar procesos y reducir costes operativos. Sin embargo, estas transformaciones requieren fuertes inversiones iniciales que solo serán rentables si van acompañadas de un cambio cultural dentro de las compañías.
En este contexto, las colaboraciones entre insurtechs y aseguradoras tradicionales están cobrando relevancia. La capacidad de integrar soluciones innovadoras puede marcar la diferencia entre empresas que logran mejorar sus ratios y aquellas que se quedan atrás en el nuevo escenario competitivo.
El impacto financiero de los fenómenos climáticos externos
El aumento de eventos climáticos extremos supone un reto financiero para el sector. En 2023, las indemnizaciones por desastres naturales superaron los 1.000 millones de euros, y se espera que la cifra continúe en ascenso en 2024. Esta realidad pone presión sobre los modelos tradicionales de tarificación y obliga a replantear la sostenibilidad del seguro en ciertas zonas de alto riesgo.
Las primas de seguros agrícolas, de hogar y automóviles podrían experimentar aumentos significativos, afectando la accesibilidad del seguro para ciertos segmentos de la población. En este contexto, la colaboración entre aseguradoras y el Consorcio de Compensación de Seguros será clave para redefinir los "riesgos extraordinarios" y encontrar mecanismos de mitigación que no comprometan la rentabilidad del sector.
Estamos ante un año de desafíos que marcarán un punto de inflexión para el seguro en España. La rentabilidad ya no es una opción, sino una necesidad urgente. Adaptarse a los nuevos retos con modelos más eficientes, tecnología avanzada y una estrategia de precios más inteligente será fundamental para garantizar el futuro del sector. Las aseguradoras que logren transformar estos retos en oportunidades serán las que prosperen en un mercado cada vez más exigente.