Opinión

¿Qué podemos esperar de la inversión en materias primas de cara a 2025?

  • Las elecciones de Estados Unidos de este próximo 5 de noviembre actúan como el gran catalizador de incertidumbre
  • Incluir materias primas a través de vehículos de inversión en una cartera diversificada es una buena estrategia

Kathy Kriskey

Los mercados de materias primas apuntan en esta recta final del año a que podríamos tener un 2025 favorable para los precios de los activos de las principales commodities industriales. Existen varias macrotendencias en esta dirección, pero siempre teniendo en cuenta que sobre todas ellas planea una elevada incertidumbre. Las elecciones de Estados Unidos de este próximo 5 de noviembre actúan como el gran catalizador de incertidumbre, ya que podemos esperar una evolución diferente en los mercados si ganan los demócratas de Kamala Harris o los republicanos de Donald Trump.

Pero primero, vamos con las macrotendencias que tuve el gusto de poder exponer a un grupo de clientes durante mi reciente viaje a Madrid la pasada semana. Existen cinco circunstancias que actualmente actúan como principales vectores de lo que puede ocurrir con el precio de las commodities en el medio plazo. La primera es la transición energética: con movimientos como el del vehículo eléctrico que se han ralentizado respecto a las previsiones originales que teníamos, esta tendencia actúa como impulso notable para los precios de metales industriales como el níquel, cobre o aluminio.

En segundo lugar, la volatilidad climática, esencial para las materias primas agrícolas y para el petróleo. El clima afecta mucho a la producción de materias primas agrícolas y también puede afectar a la extracción de gas natural y crudo, como se ha visto tras los recientes huracanes en Estados Unidos.

Como tercer vector, los procesos electorales: destacamos sobre todo los próximos comicios estadounidenses, el gran elemento de incertidumbre a corto plazo. Si Trump gana, se prevé que las sanciones al petróleo, el gas natural y los metales preciosos rusos puedan estar en el camino de acabarse, lo que podría tener un efecto deflacionista para estas materias primas. Trump también quiere aumentar la producción de petróleo interna en Estados Unidos, que ya es actualmente el mayor productor mundial, y en su equipo ya han deslizado que se sentirían cómodos con un barril entre los 50 y los 55 dólares. Esto es un 50% menos que el precio actual y colisiona directamente con los intereses de Arabia Saudí, que busca un petróleo más caro en el entorno de los 85 dólares el barril, para lo cual ya lleva tiempo restringiendo la oferta. La evolución en bolsa de Saudí Aramco, la gran petrolera estatal saudí, es clave para Riad, que animó a muchos de sus súbditos a invertir parte de sus ahorros en sus acciones acciones.

Además de todo esto, es crucial saber si, en caso de victoria republicana, se implementará una política de aranceles a los productos chinos. No hay duda de que su efecto también sería inflacionista.

El cuarto elemento nos llevaría a la política monetaria de los bancos centrales. En general, el ciclo ahora mismo nos lleva a bajadas de tipos y políticas menos restrictivas, y hay que tener en cuenta que las commodities suelen revalorizarse en los ciclos de bajadas de tipos. Aquí merece una mención especial China, el mayor comprador neto de materias primas del mundo y que se encuentra en un momento de menor demanda de lo que nos tiene acostumbrados, con un sector inmobiliario en problemas. Una China menos dinámica implica menos demanda de materias primas industriales, pero pensamos que en 2025 veremos estímulos económicos y monetarios que le devuelvan el dinamismo.

Por último, el quinto elemento pasaría por mencionar las incertidumbres geopolíticas que sacuden al planeta sobre todo en escenarios como Ucrania y Oriente Próximo. En esta última región es importante destacar qué podría pasar con Irán, un país que está realizando un programa nuclear muy ambicioso desde hace mucho tiempo y que podría realizar algún movimiento drástico si el régimen de la República Islámica se viera amenazado.

Todos estos movimientos pueden afectar a la cotización de muchas materias primas y singularmente del petróleo, un mercado donde esperamos para el año que viene mucha mayor oferta que la actual. Canadá, Brasil, Ghana… se encuentran actualmente en el camino de ofrecer un pico de suministro de crudo para 2025. Mientras tanto, metales industriales como el cobre, muy necesario para nuevos usos industriales, están en déficit de suministro. La plata conforma un mercado pequeño y muy manipulado donde es difícil hacer dinero. Con respecto al oro, ¿qué decir? Sigue siendo el metal precioso más atractivo, y a los inversores les gusta entre otras cosas poder comprar el oro físico, como ocurre con el Invesco Physical Gold ETC, el mayor ETC de oro de Europa, que almacena sus lingotes en cámaras acorazadas de JP Morgan en Londres.

Por todo esto, incluir materias primas a través de vehículos de inversión en una cartera diversificada es una buena estrategia que además nos permitirá protegernos contra la inflación. Con solo una asignación del 5% a commodities, gran parte del riesgo de inflación está cubierto, así como parte del riesgo derivado de las incertidumbres futuras.