Opinión

Hacia otro golpe fiscal a los 'ricos'

  • El Gobierno estudia introducir un incremento del IRPF para las altas rentas altas en su reforma fiscal para bajar el déficit

elEconomista.es

El Gobierno elude recortes del gasto público para cumplir los objetivos de estabilidad de la UE, por lo que la progresiva reducción del déficit y la deuda que el Ejecutivo comunicó el martes a Bruselas se logrará con un alza de los ingresos.

Parte de ese incremento vendrá del propio crecimiento del PIB, pero también a través de una reforma fiscal, comprometida con la UE para seguir recibiendo los Next Gen, que afectará a las empresas y a las rentas altas. Así lo anticipa el Libro Blanco que la vicepresidenta María Jesús Montero encargó en 2022 para diseñar la ya citada reforma fiscal. El texto insta a reducir los beneficios fiscales en el impuesto de Sociedades.

Pero también aboga por elevar el tipo máximo del IRPF para las rentas de capital y acercar su tributación a las del trabajo. Esta idea es defendida por Sumar, que insta a pasar del tope actual del 28% de la base liquidable del ahorro cuando supera los 300.000 euros, al 30%. Un máximo que, además, afectaría al ahorro cuando solo excediera de los 120.000 euros. Asimismo, el propio Pedro Sánchez anunció hace poco más de un mes un alza fiscal para "quienes tienen en el banco suficiente dinero para vivir 100 vidas".

Todo apunta, por tanto, a que tras ser los grandes financiadores de las medidas anticrisis, los más pudientes, entre los que se encuentran altos cargos de grandes empresas, recibirán un nuevo golpe fiscal. Con ello, las empresas lo tendrán más complicado para captar y retener el talento de los directivos. Pero también se ahuyentará a los inversores que no dudarán en llevarse su dinero a otros países fiscalmente más amables.

Por último, elevar el castigo a aquellas personas que tienen más recursos para gastar constituye un freno para el consumo y para la actividad económica.