¿Quo Vadis, VOX?
- Santiago Abascal no acepta el discurso de Meloni y una 'derecha acobardada'
Joaquín Leguina
L a semana pasada, durante la reunión de las CC.AA. con el Gobierno celebrada en Canarias, las Comunidades presididas por el PP votaron a favor de un pequeño número de menores inmigrantes no acompañados que habían de trasladarse de Canarias a la Península. Los separatistas catalanes se negaron a recibir en sus cuatro provincias a ninguno de ellos. Y Santiago Abascal anunció que Vox rompía los acuerdos de gobierno con el PP en las cinco comunidades que habían pactado.
Abascal, en un acto celebrado con la francesa Le Pen ya había dicho lo siguiente: "La inmigración ilegal masiva trae delincuencia masiva, inseguridad, expande el fundamentalismo islámico y pone en riesgo nuestras vidas. La inmigración ilegal masiva pone en riesgo a las mujeres. Sí, destroza los servicios públicos. Arroja los salarios por los suelos. […] Destruye nuestra identidad y destruye nuestro ser histórico. […] Es la inmigración ilegal masiva que promueven los socialistas y la derechita cobarde y estafadora".
Desestabilizar los gobiernos en buena parte de España a cuenta de unos pocos cientos de muchachos inmigrantes es difícil de entender por cualquier cerebro sensato. Entonces, ¿cuál es la explicación?
En términos interiores, la primera explicación que me viene a la cabeza es la caída electoral de Vox. Un desgaste que en Castilla y León empezó a notarse ya antes de las europeas. En ese gobierno autonómico Vox entró con el 17,6% de los votos, en las generales de 2023 bajó al 13,6% del electorado y el apoyo siguió descendiendo hasta que en las europeas de pasado 9 de junio consiguió el 11,2% de los votos en la región. En Murcia, donde en las generales de 2019 Vox fue la primera fuerza con el 28,16% de los votos, ha caído dos puntos desde que entró en el gobierno de la región, al pasar de 17,7% en las autonómicas del 28-M al 15,8% en las europeas. También en la Comunidad Valenciana ha ido perdiendo apoyo, casi un punto desde las autonómicas en las que con su 12,2% de votos consiguió pactar con Carlos Mazón (PP).
Esas caídas hicieron que Abascal dijera antes del acuerdo sobre los menores inmigrantes no, que prefería abandonar los gobiernos autonómicos "antes que ser cómplices de los machetazos, robos y violaciones por causa de la inmigración".
No parece que alguien en su sano juicio pueda creerse tales exageraciones, por eso quizá sea más sensato pensar que aparte de las caídas electorales existan otras motivaciones. ¿Cuáles pueden ser? Tengo para mí que la evolución de la extrema derecha en Europa y el giro de Abascal hacia el húngaro Orbán abandonando las posiciones del Gobierno italiano tienen también que ver con este giro. En efecto, los más ultras con representación en el Parlamento Europeo no quieren a Meloni y los primeros en negar tres veces a la italiana han sido los de Vox.
Cabe preguntarse si este alejamiento de Vox respecto al PP puede dejar sin crédito el persistente discurso de Sánchez según el cual el país se enfrente al dilema de escoger entre él (y sus relaciones con el separatismo vasco y catalán) y "la derecha y la extrema derecha".
Además, si Vox se desangra electoralmente, esos votos acabarán probablemente recalando en el PP de Feijóo.