Opinión

Díaz y la ley del ordeno y mando

  • Díaz prepara el terreno para excluir a la patronal de la reforma de la jornada laboral y volver a romper el diálogo social

elEconomista.es

La reunión de ayer de los agentes sociales y el Gobierno, la primera después de que Trabajo filtrara su propuesta para reducir la jornada laboral, sirvió para dejar claro cómo la vicepresidenta Yolanda Díaz quiere conducir esta reforma, una vez pasadas las elecciones del 9-J.

El documento del Ministerio es tan maximalista en todas sus posiciones que las patronales consideraban probable que el Gobierno empezara, ya desde ayer, a suavizar alguna de sus posiciones. Lejos de esa hipótesis, Trabajo se atrinchera en sus postulados, incluso en aquéllos que más flagrantemente pisan las líneas rojas que CEOE marca, al negarse a abrir la puerta a compensaciones de la reducción de jornada con un tope mayor de horas extra.

Además, Díaz opta por una actitud aún más hostil a los empresarios al reprocharles su supuesta pasividad en las negociaciones, y plantearles un ultimátum de una semana para que hagan llegar su propia propuesta, bajo la amenaza de dejarles fuera del acuerdo con los sindicatos. El modo en que Trabajo estructura el conflicto es falaz en su propio planteamiento, en la medida en que les achaca una falta de voluntad de llegar a consensos que es precisamente la que muestra el Ministerio desde que abrió esta negociación.

Es el equipo de Díaz el que incumple su compromiso, contraído con las empresas y también los sindicatos, de publicar un cómputo oficial de las horas reales trabajadas en España (ya en mínimos por el auge del empleo a tiempo parcial y los fijos discontinuos). También ignora la búsqueda de fórmulas para que la jornada de 37,5 horas respete la negociación colectiva y las peculiaridades sectoriales. Diaz aplicará la ley del ordeno y mando, como hizo en política, so pena de volver a romper con el diálogo social.