Opinión
La Importancia del Branding en las Scaleups, motores de la economía de España
Javier Velilla
Las scaleups son empresas en rápido crecimiento. Representan aquellas estrellas que han superado la fase inicial de arranque y ahora buscan ampliar su brillo en el firmamento del mercado. Son empresas que tienen el desafío de crecer de forma rápida.
Un buen trabajo de marca es fundamental para cualquier negocio. No es solo una cuestión de logotipos atractivos o eslóganes pegajosos; es la creación de una identidad que conecta y posiciona la marca. Un branding efectivo es la suma de percepciones: lo que la gente ve, piensa y siente sobre tu producto o servicio.
Para las scaleups, el branding es aún más crítico. ¿Por qué? En el torbellino de escalar, donde cada día cuenta y la competencia es feroz, el branding cohesivo y estratégico asegura que la empresa no solo se note, sino que se prefiera. En esta etapa, un branding trabajado puede ser la diferencia entre escalar exitosamente o quedarse en el camino, ya que ayuda a establecer una base de lealtad entre los clientes y una clara diferenciación de la competencia
La primera impresión es única
Oscar Wilde decía: "no hay una segunda oportunidad para una primera buena impresión". Esta frase es particularmente pertinente en el contexto de las scaleups. Y aquí el branding juega un papel importante, casi crucial.
Estas empresas se caracterizan por su capacidad para escalar rápidamente y enfrentan el desafío de establecer una presencia sólida en el mercado. El branding no solo define la identidad visual y comunicativa de una empresa, sino que también sienta las bases para su futuro desarrollo con el mercado y los consumidores.
Una identidad de marca trabajada, con coherencia entre los distintos elementos que la componen y el mensaje que transmite deja una mejor primera impresión que una marca que no ha hecho los deberes en este sentido.
Y esto cobra aún más relevancia en entornos económicos y tan competitivos como el de España, donde este tipo de empresas luchan por destacar en sectores saturados. Lo vemos en jugadores retadores como Typeform, Housfy, Tradeinn o Cabify. Así, la empresa de movilidad supo desde el inicio que el mercado de transporte privado requería de una marca que comunicara no solo conveniencia sino también seguridad y responsabilidad. Su branding así lo hace, y eso ayudó a la marca a diferenciarse en varios mercados hispanohablantes.
Lo barato sale caro: cuando los errores iniciales obligan a cambiar la marca
Cambiar una marca establecida es un proceso complicado y costoso para cualquier empresa, más aún si los cambios están impulsados por errores en la estrategia de branding original. Además de los costos financieros, los costos de un rebranding también pueden estar relacionados con la percepción de la marca, algo aún más difícil de cuantificar, pero igualmente crítico.
El proceso de rebranding no solo implica una inversión significativa en términos de diseño y comunicación, sino que también conlleva riesgos inherentes que pueden afectar la lealtad del cliente. Cuando una empresa cambia su identidad, corre el riesgo de perder el reconocimiento y la confianza que ha construido con su audiencia. Los clientes actuales pueden confundirse o sentirse desconectados con los cambios, mientras que atraer a nuevos clientes requiere un esfuerzo adicional en la comunicación de la marca.
Establecer un branding alineado desde el principio es crucial para evitar reajustes dolorosos y costosos en el futuro, además de minimizar las confusiones entre los consumidores y fortalecer la posición de la empresa en el mercado.
El rol multiplicador del branding
Las scaleups son empresas innovadoras que a menudo desarrollan su actividad creando nuevas categorías de productos o servicios, lo que puede generar incertidumbre o desconocimiento en el mercado. En este contexto, el branding es esencial para educar al mercado sobre la relevancia y el uso de la nueva oferta.
Un buen trabajo de marca explica no sólo qué hace el producto, sino por qué es importante. Es un esfuerzo que vemos en marcas que aspiran a ser los próximos unicornios españoles, como Civitatis en el modo vivir experiencias turísticas, como Heura y el futuro de la no-carne, como Playtomic y el modo en el que nos relacionamos con los clubs deportivos, como The Power, que rompe las reglas de la formación profesional y, también, de la consultoría. La lista de lecciones es grande, pero aprender de estos casos requiere foco en una comunicación excelente.
Las marcas retadoras actúan con la marca como hilo conductor. Tienen un punto de vista sobre el mercado, sobre el problema que resuelve el producto y cómo se diferencia de las soluciones existentes. El branding no solo ayuda a vender un producto, sino que también educa y forma el mercado, facilitando así la adopción del producto y el crecimiento de la empresa. Ese es el desafío para que la marca multiplique el valor.