Opinión

La Sepi ignora el Buen Gobierno

  • Grandes cotizadas participadas por el Estado incumplen las normas de gobernanza, lo que las perjudica en el mercado

elEconomista.es

Los consejos de administración de las sociedades en las que participa el Estado a través de la Sepi dan mal ejemplo en Buen Gobierno. En concreto, dichas empresas desoyen la recomendación de que exista concordancia entre la representación de consejeros dominicales en los órganos de gobierno respecto al capital que ostentan en la sociedad.

Tal circunstancia ocurre en Telefónica, con el 30% de dominicales elegidos en representación del 20% del capital de los propietarios. Algo similar pasa en Indra, donde los seis sillones ocupados por las personas elegidas por los accionistas casi igualan a los siete otorgados a miembros independientes. En cuanto a Redeia, otra firma participada por Sepi, la cuota de dominicales en el consejo respecto a los no ejecutivos (37,5%) supera con creces su peso en el accionariado (20%). Enagás es otra compañía que también desoye las normas de gobernanza por culpa de la Sepi, sociedad que controla el 5% del capital y el 18% del consejo. Más negativa es la situación en Indra, donde la incorporación de Javier Escribano fuerza la salida de una consejera independiente y altera el equilibrio en la gobernanza de esa firma.

Tener un mayor control en la gestión de las grandes empresas españolas es, sin duda, la razón que lleva al Estado a llevar a sus participadas a dar un mal ejemplo en Buen Gobierno. Esto genera un grave perjuicio para las propias empresas, ya que la gobernanza es un factor clave para los inversores a la hora de confeccionar sus carteras.