Urge terminar con las ayudas antinflación

Bruselas reclama desde hace meses que los países reduzcan las ayudas para paliar el impacto del IPC y se focalicen en los sectores más vulnerables. Un mensaje que muchos han ignorado, entre ellos el Gobierno español. Así lo indica que nuestro país sea aún el tercero de la UE en ayudas tras la guerra de Ucrania, con un 0,45% del PIB. Es evidente que el Ejecutivo no quiere sufrir el desgaste electoral que supone eliminar del todo un escudo social en respuesta a las crisis de la Covid y la generada por la inflación. Pero dicha situación excepcional ha terminado por lo que carece de sentido mantener unas ayudas de carácter general, que tienen un elevado coste y de las que se benefician personas que ni siquiera las necesitan. Ello además en un contexto de vuelta a la disciplina fiscal.