Opinión

El punto crítico del petróleo llegará con el ataque terrestre

    Imagen: PV

    Amador G. Ayora

    El petróleo permaneció relativamente estable durante este año, al igual que el de otras materias primas pese a las tensiones generadas por la guerra de Ucrania. Su precio se movió entre 82 y 95 dólares. Otras materias subieron y luego retrocedieron, pero no lo suficiente. Las bolsas contienen el aliento mientras que el brutal ataque al hospital de Gaza cometido presuntamente por un error de la Yihad Islámica tensó las relaciones entre los líderes árabes y el gobierno de Jerusalén esta semana.

    Israel logró agrupar en un tiempo récord a unos 300.000 reservistas en la frontera, dispuestos para entrar en combate. La situación crítica se producirá cuando comience la ofensiva terrestre para tomar la franja de Gaza en los próximos días ó semanas. El Gobierno de Netanyahu ha llegado a la conclusión de que la única manera de acabar con el terrorismo de Hamás es combatir a los autores de la masacre israelí en su propio territorio. Se espera una batalla campal con la entrada en los de túneles subterráneos para desalojar a los yihadistas y combates casa por casa, que dejarán cientos de víctimas en ambos lados.

    El conflicto está provocando manifestaciones en las principales capitales occidentales y en todos los países del Golfo Pérsico. Cuando la situación se complique, los gobiernos de estos países se verán en la disyuntiva de tomar medias para contener las protestas ó entrar en la guerra. Todas las miradas están centradas en Irán y Arabia Saudí, los principales productores de petróleo.

    Si Biden endurece las sanciones contra Irán, el mundo pasará sed de crudo inmediatamente

    La visita del presidente Biden esta semana a Israel pretendía ganar tiempo y convencer a Netanyahu a fin de que abra una vía de ayuda humanitaria para atajar las necesidades de la población. El despliegue de dos portaaviones americanos con más de un centenar de aviones de combate frente a las costas de Irán intenta disuadir a su Gobierno y ofrecer cierta protección a los petroleros que cruzan por la zona.

    Irán produce alrededor de 1,5 millones de barriles de crudo diario con destino al mercado negro, gracias a la tolerancia mostrada por Estados Unidos mientras negociaba la liberación de sus rehenes.

    Si la Administración Biden endureciera las sanciones contra el régimen iraní, el mundo padecería sed de petróleo inmediatamente. El principal destino del crudo iraní es China, que tendría que buscar otros mercados alternativos, ya que Rusia no está en disposición de abastecerla por el embargo occidental a sus exportaciones.

    El único capaz de suplir los recortes iraníes es Arabia Saudí, pero existen muchas dudas de que vaya a bombear más, después de los acuerdos de la OPEP para restringir la oferta. ¿Interesa a Arabia una explosión de los precios del crudo como en la guerra del Yom Kipur? La mayoría de los expertos opinan que no. Riad necesita atraer cien mil millones de dólares anuales en inversión extranjera para cumplir el plan Visión 2030, destinado a transformar su economía en sustitución del petróleo, y estaba en negociaciones para suscribir los acuerdos Abraham con Israel. Pero la respuesta del Príncipe Bin Salmán es una incógnita.

    Un estudio de la consultora Freemarket resalta las dificultades que tendría Washington para imponer sanciones a las exportaciones iraníes, ya que los principales destinatarios no son las grandes empresas estatales chinas, si no las llamadas refinerías tetera, independientes del régimen de Pekín, que operan al margen del sistema financiero occidental para aprovechar los grandes descuentos del crudo iraní. Asimismo, se producen transvases ilegales de petróleo de barco a barco para camuflar su origen, difíciles de evitar.

    Estados Unidos acaba de dar su visto bueno a la reanudación de las exportaciones petroleras de Venezuela, a cambio de que el régimen de Maduro dé pasos hacia la democracia. Pero a corto plazo, apenas alcanzarán 300.000 barriles diarios, una cifra irrisoria.

    El país de los Ayatollahs está presuntamente detrás de los atentados, según reconoció en declaraciones a la televisión un portavoz de Hamás. Tanto Washington como Jerusalén se han preocupado, sin embargo, de no acusarla directamente del ataque palestino para no provocar una reacción airada. Tarde o temprano, Irán se sentirá acorralada y tendrá la tentación de sabotear a los petroleros del Golfo Pérsico que pasan por el estrecho de Ormuz o de utilizar Hezbollah, a la que financia, para atacar Israel.

    El viernes se conoció que Estados Unidos interceptó varios misiles procedentes de Yemen, que probablemente hayan sido lanzados por Hezbollah, con el apoyo de Irán.

    El grupo armado chií posee un arsenal de más de 5.000 misiles de largo alcance, 65.000 de corto y unos 100.000 hombres, según Israel. Una ofensiva desde el Líbano podría forzar a éste país a entrar en guerra, como ocurrió en 1982 en la Operación Paz por Galilea.

    Israel desalojó una ciudad próxima a la frontera libanesa por temor a que se abra un nuevo frente desde el norte.

    Sin embargo, es difícil creer que Líbano vuelva a un conflicto bélico ahora que está en un proceso de reconstrucción, al igual que Siria ó Egipto, los otros dos países limítrofes. Siria acaba de salir de una guerra y Egipto aún no se ha recuperado de los efectos de La Primavera árabe.

    Otro de los nudos gordianos más difíciles de resolver por la diplomacia es la devolución de los más de 230 rehenes que Hamás hizo en su ataque despiadado a Israel. El Gobierno de Netanyahu sufre una presión constante por parte de las familias y de los ciudadanos para intensificar sus represalias hasta que no se produzca la devolución de los secuestrados.

    El conflicto va para largo. Israel lo tiene complicado si tiene que atacar Gaza y a Hezbollah a la vez

    Pero Israel tendrá que medir bien sus fuerzas, sobre todo si Hezbollah ataca desde el Líbano, porque será complicado defender a la vez éste frente y el de Gaza.

    Es difícil predecir qué ocurrirá. Es una lucha contra el reloj, cuanto más tiempo se gane hay más posibilidades de que la respuesta sea proporcionada y el impacto en el mundo árabe se amortigüe La ofensiva terrestre va a poner a prueba los precios del crudo. El rey de Jordania, Abdallah II, y el secretario de Estado americano, Antoni Blinken, realizan intensas gestiones diplomática para que el conflicto no es extienda a otros países y, de momento, está dado sus fruto.

    Hay motivos para esperar que el conflicto no se extienda al mundo árabe, pero la zona es un polvorín y cualquier chispa puede provocar un incendio irreparable en la economía mundial.

    Fruto de es nerviosismo, el bono americano estuvo el viernes a punto de tocar el 5% de rentabilidad, por temor a nuevas subida de tipos, un nivel inesperado hasta ahora y una prueba de que se espera un conflicto prolongado.

    PD.-En España, el plan presupuestario enviado a Bruselas muestra una desaceleración de la economía, que el próximo año crecerá la mitad que éste. La preocupación ahora es alcanzar el objetivo de déficit del 3% en 2024, porque ya no se puede confiar en el aumento de los ingresos fiscales derivados del tirón de la actividad. De hecho, en lo que va de año, el déficit publico está por encima del previsto, por culpa del IVA.

    En vez de ajustar el gasto, como sería recomendable, Calviño confía en que el alza de cotizaciones sociales y la supresión de las ayudas ofrecidas con ocasión de la crisis energética sean suficientes para cumplir con las metas de Bruselas. Ya veremos, se acabó la barra libre del gasto público y a partir de ahora habrá que ser austeros.

    En medio del debate sobre quien sustituirá a Calviño si se marcha finalmente al BEI, la vicepresidenta Teresa Ribera ha dado muestras de una gran flexibilidad para alcanzar el acuerdo de reforma energética en la UE. El peaje a pagar fue aceptar que las nucleares reciban ayudas estatales vía CFDs, contratos por diferencia, así como una mayor estabilidad en los precios de la electricidad. ¡Quién lo iba a decir hace unos meses! Dicen que Ribera aspira al puesto de vicepresidenta primera, dada su magnífica relación con Sánchez.