Opinión

Dependientes 'sine die' de los subsidios

  • La Renta Mínima de Inserción alcanza una de sus cotas más altas: 650.000 beneficiarios
Grupo de manifestantes por el Ingreso Mínimo Vital.

elEconomista.es

Los beneficiarios de la Renta Mínima de Inserción (RMI) que abonan las autonomías alcanzan una de las cotas más altas de su estadística: casi 650.000 personas. Es una cifra que supera en un 53% la propia de un año de franca recesión económica como fue 2009. Dicho incremento pone en cuestión el alcance de la recuperación posterior a la pandemia, pero también debe suscitar la reflexión sobre la efectividad de este tipo de ayudas, destinadas a proporcionar un alivio temporal. En el caso de estas Rentas, su diseño está explícitamente dirigido a favorecer la inclusión laboral. Hay visos de que ese objetivo no se está cumpliendo y muchos ciudadanos, especialmente ahora que también pueden recibir el Ingreso Mínimo estatal, permanecen subsidiados sine die.