Opinión
Inteligencia artificial y sostenibilidad
Alfredo Nieto Garcés
Hace unos días estaba reunido con un expresidente de un instituto de estudios geopolíticos y citaba una expresión "Estructura es lo que dura, y si no es coyuntura". Reflexionando sobre la misma me pareció una cita que se adapta perfectamente a este artículo de opinión. Conozca el portal especializado elEconomista ESG.
Se preguntarán ustedes si estos dos términos que cito en el título son estructura o coyuntura; y cada persona que lea este artículo puede tener una opinión diferente. Considero que ambos términos son lo que podríamos denominar con la expresión "estructura diamantada", es decir, perdurar en el tiempo juntos para que nunca se fracture. He elegido el adjetivo "diamantada", haciendo alusión al diamante al ser uno de los materiales más difíciles de romper.
Vamos a repasar estos dos términos, que bajo mi punto de vista se encuentran en plena evolución y considero que deben ir de la mano, y en una fase de desarrollo similar. Ambos sufren continuos avances/novedades de todo tipo de índole: tecnológica, regulatoria, académica.
Uno de los grandes retos es el de detectar el impacto que puedan provocar sobre las compañías los factores ESG. ¿Podrá hacerlo la IA?
Entre ambos términos existe un factor común se sería la disponibilidad de datos. Con el firme objetivo de poder vincular ambos términos, sabiendo que la inteligencia artificial (en adelante, IA) es el proceso por el cual se trata de obtener a través de unos algoritmos, mediante datos aportados, unos patrones de comportamiento y futuras acciones sobre lo que se está trabajando. Uno de los grandes retos, aunque existen otros muchos, de la implantación de la sostenibilidad en el negocio de gestión activos es tratar de detectar y minimizar el impacto que puedan provocar factores a los que se exponen las compañías como son: medioambientales, sociales y de buen gobierno (ASG). ¿Será capaz la IA de predecir posibles riesgos ASG?
Evaluando el progreso que se está produciendo en materia regulatoria vinculada con la sostenibilidad, se está provocando un aumento de la carga de trabajo al estar en un escenario de aumento de datos e información proporcionada, tanto por compañías como por los instrumentos financieros (por ejemplo, fondos de inversión). Las entidades financieras se encuentran en un escenario de reporting extrafinanciero en materia de sostenibilidad, basado en datos externos. Aquí aparece otro posible lazo de unión, ¿será posible la IA de obtener de manera automatizada y de ejecutar estos informes?
Por último, y focalizando ambos términos dentro de la actividad de gestión de activos, tras la entrada de la normativa SFDR 2088/2019 en la que se regula entre otras cosas si el producto financiero (IIC) integra los riesgos de sostenibilidad y si promueve objetivos de inversión sostenible, podría tomar un rol muy importante la inteligencia artificial. ¿Por qué, se preguntarán? No se podría responder de manera inmediata, bajo mi punto de vista, pero sí existe una aproximación en la que un estudio reciente elaborado por un banco americano indica que la IA puede ser un facilitador para el 79% de los ODS. ¿Será el próximo paso que la IA pueda anticiparse, a través de todas sus capacidades, y poder predecir si una determinada IIC se alinea en un determinado horizonte temporal con algún ODS y si promueve algún objetivo de inversión sostenible?
Tras leer los diferentes ejemplos descritos en el artículo, en los que se puede ver cómo aplicar la IA en la sostenibilidad, espero que hayan podido entender el hecho de denominar a este binomio, "estructura diamantada".
Alfredo Nieto Garcés es gestor de Inversiones en Ibercaja Banco.