Opinión

Positiva normalización de la deuda

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    La curva de tipos es el dibujo resultante de unir con una línea los rendimientos de los bonos de menor a mayor duración. Lo normal es que sea ascendente ya que cuanto más largo sea el plazo mayor incertidumbre para el bonista. Cuando está invertida (la pendiente es descendente) quiere decir que el mercado prevé problemas en la economía de un país a corto plazo: recesión.

    Pues bien, la curva de tipos en España está invertida desde hace meses. De ello se han aprovechado hasta el momento muchos españoles que ante la falta de rentabilidad de los depósitos bancarios, hicieron cola a primeros de año a la puerta del Banco de España para comprar Letras del Tesoro a 1 año.

    Entonces, este activo de renta fija ofrecía u retorno del 2,8%. Su rentabilidad seguiría subiendo sin tregua hasta alcanzar su máximo anual en julio, por encima del 3,8% (su nivel más elevado desde la crisis de deuda de 2012), mientras que el bono a diez años nunca ofreció más de un 3,7%.

    Pero las Letras están perdiendo parte de ese atractivo. Así lo muestra la última colocación del Tesoro en deuda a corto plazo, que ha sido de 4.940,97 millones con una rentabilidad del 3,658%. Asimismo, el papel a una década ofrece el 3,64%.

    La cada vez más cercana paridad evidencia que es el momento de que el inversor conservador empiece a mirar más a largo plazo en el mercado de deuda. Pero de cara a las perspectivas económicas de España, la progresiva normalización de la renta fija supone una excelente noticia. De hecho, significa que el mercado prevé que la subida de tipos que el BCE podría realizar la próxima semana será la última de este ciclo. Esto pondría fin al impacto negativo que el encarecimiento del precio del dinero tiene en la actividad económica.