Prudencia con las alzas de tipos
elEconomista.es
La crisis de Lehman Brothers destruyó el 60% del valor de los bancos en bolsa, 5 veces más que ahora. Este hecho demuestra que lo sucedido en los últimos días con las liquidaciones del SVB y Signature Bank en EEUU y los graves problemas del Credit Suisse a este lado del Atlántico no tiene nada que ver con lo que ocurrió en 2008.
A ello ha contribuido también la rápida actuación de los reguladores, asegurando todos los depósitos en el caso de las entidades estadounidenses, y otorgando un préstamo de 50.000 millones al banco suizo. Por si fuera poco, la situación del sector financiero europeo, fuertemente regulado, es sólida y las entidades cuentan con altos niveles de liquidez. Sin duda, estos factores reducen la posibilidad de que esta crisis pasajera tenga un efecto contagio en el sistema financiero europeo, que es lo que ocurrió con Lehman. Pero sería descabellado decir que no exista riesgo. Más aún en un momento en el que el dinero ha dejado de ser gratis, tras las agresivas subidas de tipos de interés de los bancos centrales para frenar la inflación. Estos incrementos ya encarecen la financiación frenando la actividad. Un escenario que puede ser mucho más lesivo para la economía tras esta crisis, que retraerá la concesión de crédito por parte de los bancos. Ante este peligro es comprensible que el mercado haya borrado tres subidas de 25 puntos de las previstas por el BCE en sólo una semana, dejando el techo de tipos en el 3,75%. En el caso de la Fed, el recorte en las estimaciones es de la misma magnitud y ya sólo se esperan dos subidas más de 0,25 puntos. Una prudencia necesaria con las alzas de tipos que evitará más daños a la economía y que ayudará a que la incertidumbre actual no genere una crisis más importante.