Opinión

Ahorro insuficiente en alimentos


    elEconomista.es

    La venta de alimentos registró hasta noviembre una caída interanual del 8,8% en volumen y del 2,5% en valor. Se trata de los mayores descensos de la historia que obviamente están provocados por el incremento de hasta el 15% en los precios en la alimentación.

    No obstante, y aunque la caída sea generalizada, existen marcadas diferencias. Así, los productos más baratos, como la pasta y las legumbres, sufren descensos de tan solo el 1,4% y el 2,2% respectivamente. Por el contrario, en los casos de la carne y el pescado el desplome se acerca ya al 15%. A pesar de ello, el Gobierno dejó fuera a estos alimentos en su rebaja del IVA, limitándola exclusivamente a los productos gravados con el tipo superreducido del 4% y una pequeña parte de los que tributan al 10%. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, justifica está exclusión por el alto coste que supondría reducir el IVA de la carne y el pescado, aunque, de momento, se ha negado a cuantificar el impacto que para las arcas públicas tendría hacerlo. Por si fuera poco, el argumento se cae por su propio peso ante la existencia de margen fiscal más que suficiente para llevar a cabo esta minoración. Con todo, lo más grave es que al negarse a extender la ayuda a la carne y al pescado, como reclaman las empresas y la oposición, se limita en gran medida el alcance del recorte del impuesto en los precios de los alimentos.

    Los altos precios hunden un histórico 15% el consumo de carne y pescado que quedan fuera de la rebaja del IVA

    Tanto es así que la cesta de la compra se ha abaratado apenas un 5% con el nuevo IVA. O, dicho de otro modo, cada vez que un consumidor acude al supermercado se ahorra entre uno o dos euros de media tras la entrada en vigor de la medida. A todas luces una cifra muy escasa para luchar contra el impacto de los altos precios alimentarios en los presupuestos familiares.