Opinión

El error de limitar el precio de los alimentos


    María Ángeles Ruiz Ezpeleta

    Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del gobierno español y Ministra de Trabajo, propone limitar los precios de los alimentos básicos. Cuando se le pregunta por los objetivos de esa medida indica que es para frenar la inflación y proteger el poder adquisitivo de las familias.

    En una entrevista, detalló que quiere llegar a un acuerdo con las grandes distribuidoras y los consumidores para conseguir fijar un tope a determinados productos -entre 20 y 30-, como la leche, el pan, los huevos o la fruta. "Los oligopolios de nuestro país no sólo están en el sector bancario o en el energético, tenemos cinco grandes distribuidoras que concentran el 50%", indicó Díaz. En esta línea, achacó la subida de los precios de algunos alimentos a los "márgenes empresariales".

    Después de recibir algunas críticas Yolanda Díaz ha comparado la medida con la ley francesa que limita los precios de algunos alimentos básicos y que, según ella, ha dado muy buenos resultados.

    Como sucede con algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno, no se han analizado debidamente las posibles repercusiones negativas.

    Un acuerdo con las Grandes Distribuidoras Alimentarias, perjudicarán a los otros comercios, de tamaño medio y tiendas tradicionales, a las que el Gobierno no piensa ni consultar, ni tener en cuenta. En cuanto al comentario de comparar la medida con la ley de limitación de precios de los alimentos en Francia, se observa un claro desconocimiento de los resultados realmente obtenidos. Inicialmente el Gobierno Francés llegó a un acuerdo con algunos de los grandes centros de Distribución y Grandes Superficies en Francia para establecer ofertas de una cesta de la compra, incluyendo alimentos básicos, a precios asequibles para los consumidores. Al cabo de un tiempo el Gobierno Francés constató que las Grandes Distribuidoras no solo aumentaron sus ventas sino también sus beneficios. Estas ofertas o la limitación de precios que propone la Ministra no van a rebajar los beneficios de estos oligopolios del sector de la alimentación, muy al contrario, aumentaran sus ventas y su poder de compra será cada vez superior. Al final los que rebajarán sus márgenes serán sus proveedores, especialmente los más pequeños, presionados por esos oligopolios que obligarán a disminuir los precios ofertados. Esta realidad obligó al Gobierno Francés a legislar en 2019 una limitación en las grandes ofertas de las Grandes Superficies y Cadenas de Distribución del sector Alimentario.

    Respecto a que la medida anunciada pueda beneficiar el poder adquisitivo de las familias, los productos indicados por Yolanda Díaz, tendrán una influencia inferior al 5 % de ahorro del presupuesto global de gastos de una familia que viva con el salario mínimo interprofesional.

    Según diferentes estudios el porcentaje dedicado a la cesta de la compra en relación al SMI es de un 10 al 12%, con lo cual los productos básicos indicados, que son los de precios más reducidos en comparación a la carne o el pescado, apenas superaran, según mi opinión, el 5 % del presupuesto familiar.

    Referente a la inflación esta medida no tendrá ninguna repercusión notable.

    La teoría económica define la inflación como un proceso económico motivado por el desequilibrio entre la oferta y la demanda. Cuando la oferta es superior a la demanda, los precios bajan y paulatinamente aumenta la demanda para acercarse al equilibrio con el fin de que el mercado estabilice los precios.

    La inflación actual no es un proceso económico de libre mercado sino que ha sido motivada, globalmente, por decisiones políticas. Durante la pandemia se provocó un desequilibrio excepcional entre oferta y demanda global. Posteriormente la guerra entre Rusia y Ucrania incrementó de forma exorbitante los precios de la energía o los cereales. Ambas crisis han provocado la inflación actual, difícil de paliar con medidas como la anunciada o incluso con el pequeño aumento del tipo de interés.

    Creo sinceramente que la medida anunciada por Yolanda Díaz, si se llega a instaurar, reforzará la posición y los beneficios de esas cinco distribuidoras que la Ministra indica dominan el 50% del consumo alimentario. Quedará muy perjudicado el resto de comercios que perderán gran parte de sus clientes que acudirán a comprar a las Grandes Cadenas de Distribución Alimentaria.