Opinión

Cómo hacer más resiliente la cadena de suministro: retos y soluciones


    Jacky Marolleau

    Actualmente, nos encontramos en un contexto global complejo y volátil, tanto desde el punto de vista socio-político como económico. La cadena de suministro lleva meses acaparando titulares y noticias, y su continuidad es más relevante que nunca. La parte positiva es que, ahora, la sociedad se ha dado cuenta de su importancia y de que su fortaleza no puede darse por sentada. Es necesario trabajarla, y a fondo.

    Para que la cadena de suministro pueda adaptarse a las necesidades de cada momento y estar preparada para el futuro, es fundamental que las empresas del sector impulsen su capacidad de resiliencia. Algo en el que las nuevas tecnologías juegan un papel esencial.

    ¿Cuáles son los retos actuales?

    Actualmente, las empresas de distribución y logística deben afrontar importante retos, de los que me gustaría destacar cuatro. En primer lugar, por supuesto, el auge del e-commerce a raíz de la pandemia, que ha incrementado exponencialmente el volumen de artículos a movilizar, dificultando las tareas de planificación e implementación.

    Sin embargo, y a pesar de este incremento, la tendencia apunto a que los clientes prefieren contar con un mercado omnicanal, en el que puedan usar todos los canales de venta de forma simultánea, tanto físicos como digitales. Esta experiencia totalmente personalizable para el consumidor, que podemos llamar phygital, será clave en el futuro. ?

    En tercer lugar, se han sumado múltiples factores que han aumentado los costes de la cadena de suministro, reduciendo los márgenes de beneficios: la falta de visibilidad en el transporte, la volatilidad de los precios del combustible, las nuevas tarifas, las regulaciones y los bloqueos internacionales, entre otros.

    Y finalmente, como no, la sostenibilidad es un factor que debe integrarse de principio a fin, para reducir la huella de carbono de la cadena de suministro.

    ¿Qué implica la digitalización de las cadenas de suministro?

    Así, pues, nos encontramos con que las actuales cadenas de suministro deben garantizar la calidad y la continuidad de sus operaciones, pero al mismo deben aunar rentabilidad y sostenibilidad. ¿Cómo se pueden armonizar todos estos requerimientos? Adaptándose rápidamente a las necesidades de cada momento, es decir, siendo más ágiles y flexibles, y la digitalización es el habilitador necesario para todo ello.

    En concreto, tecnologías como la inteligencia artificial, el machine learning, la automatización, el gemelo digital o la robótica, que permiten impulsar la eficiencia tanto del personal como de los equipos de los almacenes y centros de distribución. También el Cloud, que proporciona la flexibilidad necesaria para poder seleccionar o elegir qué partes del software pueden mejorarse y que les permite crear una cultura más propicia a la innovación, no solo en el área de IT, sino en toda la organización. Al final, las soluciones cloud funcionan mejor cuando las cargas de trabajo son muy impredecibles o temporales, lo que está totalmente alineado con el panorama actual.

    Y, por supuesto, los microservicios, un concepto de packaging y distribución que busca conseguir la agilidad técnica, reduciendo el tamaño y las dependencias de distribución entre los componentes de un software. Es cierto que este tipo de arquitecturas son más complejas, pero apostar por ellas implica invertir en agilidad, ya que permiten cambiar y decidir qué tecnología apoya a una necesidad operativa específica en un momento concreto. Algo fundamental en un mercado cambiante como el actual. Un buen ejemplo de ello es Manhattan Active Warehouse Management, un software de arquitectura de microservicios que siempre permanece actualizado, para que las empresas puedan centrarse en tareas de mayor valor añadido sabiendo que el rendimiento, la resiliencia y la continuidad de la cadena de suministro está asegurada. La clave, en todo caso, es apostar por tecnologías seguras, estables y fiables que ayuden a la cadena de suministro a reaccionar rápidamente y a ofrecer a los consumidores la experiencia que quieren y necesitan.