Opinión
Francisco González debe marcharse
- La UE exige la honorabilidad para todo ejecutivo bancario
elEconomista.es
El BCE presiona al consejo de BBVA para que obligue a Francisco González a dejar la Presidencia de honor del banco. La actitud de Fráncfort está plenamente justificada, dada la gravedad de las sospechas que acosan a González. Ordenar una campaña de espionaje masivo, pagada con fondos de la entidad y de la que recibía puntuales informes según los últimos indicios, constituye una acción que no sólo atenta contra el código de buenas prácticas de BBVA.
Además, existe una directiva comunitaria de 2013, ya traspuesta a la ley española, que exige "honorabilidad" a los ejecutivos bancarios europeos. Entre los requisitos para conservar esa cualidad, la norma establece la necesidad de no verse relacionados con investigaciones relevantes de delitos económicos.
A este respecto, no puede atribuirse, en descargo de González, una presunta legitimidad del espionaje, alegando que respondía a una campaña orquestada desde el Gobierno para que Sacyr tomara el control de BBVA en 2004. La ilegalidad no debe combatirse con las mismas armas, sino con el respeto a la normativa vigente. Tampoco hay ninguna disculpa en el hecho de que el actual cargo de González sea solo simbólico. Precisamente por ello, se presupone que es el principal valedor de los principios del banco y de su código ético.
Debido a la imperiosa necesidad de preservar su reputación, BBVA está plenamente facultado no sólo para reclamar a González su bonus salarial ligado a las buenas prácticas. Además, la ley le permite, ante la vinculación con posibles delitos, que exija al banquero la restitución de los 80 millones procedentes de su fondo de pensiones. Pero aún más urgente es que González abandone toda función, aunque sólo sea representativa, en el banco.