Opinión

La evolución del oro, síntoma de estabilidad


    elEconomista.es

    Los inversores acuden al oro en momentos complicados. Los temores que generó en 2011 la deuda soberana en Europa y los rescates bancarios hicieron que el activo refugio por antonomasia llegará a marcar el récord de cotizar a 1.888 dólares por onza.

    Hoy lo hace a 1.344, pero durante 2016 se ha revalorizado un 25%. Este incremento podría hacer pensar que hay más motivos para la preocupación. No es así. El oro gana atractivo en respuesta los bajos tipos de interés, mientras que algunas de las incertidumbres antes dominantes (China, crudo...) se disipan.

    De ahí que la evolución del oro, junto con otros movimientos como la caída de las primas de riesgo europeas, pueda interpretarse, con las debidas cautelas, como una señal de estabilidad.