Qué hacer ante un rebote del mercado
- Las bolsas europeas cumplen con la experiencia histórica
Víctor Alvargonzález
En el artículo anterior explicaba los motivos por los que creo que estamos tocando suelo en la corrección. Suponiendo que fuera así ¿cuál sería el sitio adecuado para tomar posiciones ante un posible rebote?
Vamos a responder desde un planteamiento distinto al habitual. En lugar de basarnos únicamente en un análisis subjetivo -lo que nos gusta-, analizaremos primero la experiencia histórica -lo que suele ocurrir-. A continuación, comprobaremos si se cumple para los activos, sectores y países que nos gusta tener en cartera. Es como poner un filtro previo basado en la experiencia. Y, de paso, es un "dos por el precio de uno", porque por un lado identificamos oportunidades puramente especulativas y, por el otro, inversiones con visión a medio plazo basadas en el análisis. No se lo van a creer, pero es rigurosamente cierto: cuando el mercado rebota después de una fuerte corrección, en general lo que más sube es lo que más cayó. Así, indiscriminadamente.
Habría excepciones, como será seguramente el caso de las acciones de Volskwagen, que salvo que uno confíe mucho en los abogados de la empresa no hay por donde cogerlas. Y aún así podrían dar sorpresas. Pero, en general, todos los estudios llevan a una conclusión parecida a la famosa teoría del mono y los dardos: no hay nada racional detrás del "ranking" del rebote del mercado: es pura física (acción y reacción)
Desde ese punto de vista, el mercado de Shanghai -aunque sería más adecuado llamarlo "casino"- sería uno de los más beneficiados. Afortunadamente el rebote también sería potente en sitios mucho más serios -y atractivos como inversión-, como creo son las bolsas europeas. También la española, pero esa solo para quien tenga estómago para mantenerse impertérrito durante el próximo proceso electoral y apuesta por la victoria de una alternativa (coalición) moderada.
En general las bolsas europeas cumplen los requisitos de la experiencia histórica y del atractivo inversor. Cierto: el Eurostoxx 600 es el índice que mejor lo ha hecho este año. Pero también lo es que ha recibido lo suyo durante la corrección. Decía Keynes que el mercado es como un concurso de belleza: "no gana la más guapa, sino la que más votos obtiene". En otras palabras: nos puede gustar mucho un activo, sector o país, pero como a la mayoría de los inversores les guste otro, el que sube es ese. Es muy importante identificar lo que los ingleses llaman los darlings (los "queridos") del mercado. Son los activos, "de moda", que, precisamente por estar de moda, no suelen estar baratos. Miren sino el DAX alemán, que ha llegado a estar un 20% arriba en el año.
Las correcciones vienen de cine para comprar moda en rebajas. Y, a tenor de cómo estaban las cosas antes de que la gente se diera cuenta de que algo olía mal en China, Europa y sus bonos están de moda. Y con toda lógica. Los bonos, porque Europa, que ya era territorio desinflacionista, puede pasar a ser territorio directamente deflacionista gracias al impacto en precios que van a tener las importaciones que vienen de China y emergentes. En cuanto a la renta variable, está muy bien de precio (PER 14, dividendo 3%), se apoya en una política monetaria híper laxa y la economía subyacente tiene perspectivas de salir del estancamiento. Cuando caen las bolsas se produce un cierto contagio hacia los bonos corporativos que no sean de máxima calidad crediticia (que están más correlacionados con la deuda soberana). Pero, tarde o temprano, impera la lógica y, con ella, la valoración. Y no es lógico que caiga el precio de un bono de una empresa europea solvente porque se reduzcan las perspectivas de crecimiento en China. Lo es que lo refleje la cotización de las acciones de empresas que exportan a China o emergentes, pero en los bonos lo que importa es el pago de intereses y principal.
Esa correlación supone una oportunidad para comprar un activo al que le beneficia un entorno de baja -posiblemente negativa- inflación como es el europeo, donde, además, veremos mejora de calificaciones crediticias. La actividad económica y unos mejores ratios de endeudamiento empresarial juegan a su favor. Es más: utilizando fondos de inversión tenemos liquidez y diversificación por emisores y vencimientos. También se cumple la condición del péndulo: han caído mucho menos que las acciones -hablamos de bonos con grado de inversión-, pero se ha notado. También debería de notarse cuando el péndulo vuelva al otro lado.