Opinión

Ahorro energético: concienciación infantil

    Toda la familia debe estar implicada en el ahorro de energía

    Ricardo Ruiz Baña

    Los cambios tarifarios de este año en el sector de la energía nos han obligado a adaptar nuestros hábitos y costumbres con el fin de conseguir ahorrar lo máximo posible a final de mes.

    Si para nosotros esto es complicado, para los niños es mucho más difícil. Por ello, es esencial que consigamos concienciarles sobre el ahorro de energía, tanto por la parte económica como medioambiental.

    Ahora bien, ¿cómo podemos hacerlo? Os dejamos algunos tips que funcionarán a la perfección.

    1. Haz del ahorro energético un juego: Una de las cosas que más funciona en el aprendizaje de los niños es hacerlo mediante el juego y la diversión. Por ejemplo, podemos diseñar un tablero en el que aparezca toda la familia y en el que se vayan apuntando puntos positivos para premiar el buen uso de los aparatos electrónicos. ¡A ver quién consigue tener más!

    2. Las luces solo se encenderán cuando se necesite: Debemos fomentar en los niños la importancia de aprovechar la luz natural del día y no dejar luces encendidas si nos vamos de una habitación. Podemos enseñarles a estar pendientes y si algún otro miembro de la familia la deja encendida, ¡ellos se encargarán de avisar a los mayores de que eso no es correcto!

    3. Abrimos la nevera solo cuando sea necesario: Uno de los peores hábitos que tenemos en los hogares es abrir el frigorífico para observar qué hay dentro de él y decidir, mientras lo hacemos, qué es lo que nos apetece comer. Antes de abrirla, deberemos pensar qué vamos a comer y para saber qué hay dentro, podemos hacer con los peques una lista con los productos que tenemos y pegarla a la nevera, ¡lo importante es que ellos participen en todo esto! ¡Les resultará muy divertido!

    4. Evitemos el stand-by: Como adultos, somos los primeros que debemos ponernos las pilas a la hora de hacer las cosas bien. Es importante que apaguemos la televisión con el interruptor y no con el mando a distancia, ya que así conseguiremos ahorrar la energía que se consume en stand-by, cuando el pilotito rojo de la tele y otros aparatos eléctricos se queda encendido.

    5. Aprendamos sobre la energía: ¿Saben nuestros hijos de dónde viene realmente la energía? Quizás es un buen momento para contárselo, concienciándoles a través de cuentos e historias sobre el cuidado energético y el cuidado del planeta.

    6. Cambiemos el baño por la ducha: Cuando nuestros hijos son pequeños, el momento del baño es un momento de diversión y juegos y, en la mayoría de los casos, solemos apostar por llenarles la bañera de agua y tenerles un rato entretenidos. No obstante, una ducha consume mucha menos energía. Por eso, para ahorrar lo mejor es que los niños cambien la bañera por la ducha, siempre y cuando tengan edad y estabilidad para ello.

    7. ¡Hagamos juntos la colada! Pedir a los peques que se involucren en las tareas del hogar conseguirá fomentar en ellos valores como la responsabilidad y el trabajo en equipo. Por ello, podemos pedirles que colaboren también en el proceso de la colada, llevando su ropa al cesto de la ropa sucia o llevándola a la lavadora hasta tenerla completa y no a media carga. Dentro de lo posible, es importante que elijamos siempre programas de agua fría, ya que gastan menos electricidad.

    8. Siempre somos su mejor ejemplo: Desde edades muy tempranas, los niños tienden a imitar todo aquello que les rodea y sus padres son, siempre, su modelo a seguir. Por ello, si queremos fomentar el ahorro de energía en nuestros hijos, debemos predicar con el ejemplo. Es importante que prestemos atención a los pequeños detalles, como apagar el ordenador cuando dejemos de usarlo, desenchufar el cargador cuando hayamos terminado de cargar nuestro móvil.

    9. Los juegos electrónicos también "descansan": Sabemos que estos juegos forman parte de esta generación digital que convive con la tecnología, pero también debemos explicarles que los aparatos electrónicos necesitan descansar y ellos necesitan experimentar otro tipo de juegos, bien sea en casa o al aire libre.

    Si queremos vivir en una sociedad responsable con el medioambiente y, además, queremos asegurarnos de estar ahorrando en la medida de lo posible, es importante que tanto niños como mayores adaptemos nuestras rutinas y costumbres. Es cuestión adoptar nuevos hábitos y, como hemos visto, no es difícil. Puede convertirse en un juego de niños.