Elecciones decisivas para la UE
elEconomista.es
De nuevo unas elecciones federales alemanas concitan el interés de toda la Unión Europea. Siempre fue así, debido a la condición de locomotora del PIB del Continente asumida por ese país.
Pero ahora las razones son otras. Aunque Alemania es un gigante industrial y exportador, su presencia en la economía del futuro (inteligencia artificial, gestión de datos...) es baja. Por tanto, lo que hace realmente históricas estas elecciones es el hecho de que marcan la retirada de un baluarte del europeísmo, Angela Merkel, quien entendió que la UE es un proyecto conjunto en el que la imposición de la voluntad alemana conduce a un callejón sin salida. Está por demostrarse hasta qué punto esa lección estará presente en el futuro Gobierno alemán, necesariamente de coalición. Dos ámbitos ofrecerán el mejor banco de pruebas. El primer lo constituirá el ritmo de regreso a la ortodoxia presupuestaria, que obliga a reducir el déficit por debajo del 3% y la deuda al 60% del PIB. Todo apunta a que una coalición del SPD con los verdes sería proclive a una transición paulatina que no asfixie a los países del sur. Con todo, la prueba de fuego decisiva se planteará en el BCE. También en este aspecto la coalición roji-verde alimenta las esperanzas de una normalización gradual de la política monetaria Ahora bien, el IPC alemán aún no refleja en toda su extensión el impacto de factores como el alto precio del gas. Cuando lo haga, avivará la arraigada aversión alemana a la inflación.
De los comicios alemanes dependen cuestiones clave como el ritmo de regreso a la ortodoxia monetaria y fiscal
A ella no podrá resistirse ni siquiera un Ejecutivo SPD-ecologistas, máxime si el Partido Liberal forma parte de la coalición. Se abriría así un escenario de rápida retirada de estímulos, y de futuras alzas de tipos, muy peligros para un país tan endeudado como España.