Opinión

Complemento menguante, feminismo intermitente

    El ministro de Seguridad Social José Luis Escrivá

    Mercedes Fernández

    E l 1 de enero de 2016 entraba en vigor un programa inédito en nuestro ordenamiento jurídico que planteaba como objetivo prioritario, paliar en parte al menos, la discriminación histórica sufrida por la mujer al compatibilizar el cuidado de los hijos y su trayectoria laboral, suponiéndoles una merma en salarios y pensiones.

    El programa puesto en marcha en 2016 era progresivo y se tenía en cuenta el carácter contributivo de las pensiones; así se aplicaba un 5, un 10 o un 15% sobre cada pensión, unas menores y otras mayores en función de la contribución realizada a la Seguridad Social, en atención al número de hijos, naturales o adoptados.

    El pasado 4 de febrero entraba en vigor el nuevo Decreto que ha impulsado el Ministro Escrivá, que superó la convalidación en el Congreso de los Diputados en una apretada votación, sólo hubo tres síes mas que noes. Escaso respaldo parlamentario, poco apoyo.

    En la Exposición de Motivos del Decreto se afirma : " …cuanto mayor es el número de hijos, menor es el número de años cotizados, menor es la proporción de contratos a tiempo completo o equivalente, y menos es, en última instancia, la pensión reconocida". Nada que objetar, pero resulta realmente inaceptable que sea a las madres de familias numerosas a quienes más se les recorta con el Decreto Escriva. Decir una cosa y hacer la contraria.

    Igualmente, desde el Ministerio se afirma con énfasis, que es en el primer hijo donde se produce una mayor brecha salarial, y entonces surge de inmediato la siguiente pregunta: por qué razón no se aplica retroactivamente al inicio del programa en 2016 ¿Por qué impedir que mujeres pensionistas obtengan este complemento?

    El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, sólo instó a través de su sentencia de 12 de diciembre de 2019, a corregir cualquier atisbo de desigualdad entre hombres y mujeres, pero no a crear nuevas discriminaciones entre mujeres: las pensionistas de 1 de enero de 2016 y las pensionistas a partir del 4 de febrero de 2021. Debe corregirse, sobre todo si los rigurosos estudios realizados por el Ministerio les lleva a afirmar con tanta rotundidad que es a partir del primer hijo cuando la brecha salarial y de pensiones se manifiesta de manera mas intensa.

    El Decreto tiene escasa fortuna en su redacción y se agrupa con otras materias que nada tienen que ver con el tema que nos ocupa, y después de mas de un año del fallo del Tribunal Europeo, bien se merecía un trato singularizado y no este batiburrillo con defectuosa configuración legal, que salvo correcciones, tiene asegurado un número interminable de recursos por agravios, incorreciones y lagunas que la redacción del Decreto ofrece.

    Este Decreto menguante si fue votado a favor por el PSOE, cosa que no hizo cuando el PP implantó el programa en 2016, será el feminismo intermitente.