Opinión

Ahora es el momento de invertir en la educación

    Para el autor, ahora es cuando hay que fomentar la inversión en educación

    Guillaume Uettwiller

    Tanto si te gusta como si lo detestas, el colegio constituye el centro de la vida de todos los jóvenes. Es donde se desarrollan los conocimientos y habilidades fundamentales, se construye el primer grupo de amigos, y se madura hasta convertirse en un miembro respetable de la sociedad (con suerte).

    Pero en el año 2020 esta institución milenaria se ha puesto patas arriba. Los confinamientos nacionales y las medidas de distanciamiento social han forzado el cierre de escuelas en todo el mundo, afectando, en el punto álgido de la crisis del coronavirus, a 1.500 millones de niños de 180 países.

    Sin duda, el impacto de esta disrupción será grave y duradero. No obstante, una gran disrupción viene acompañada de grandes oportunidades, y para los inversores que buscan contribuir a apoyar este bien público, al mismo tiempo que aprovechan un mercado de alto crecimiento preparado para la innovación, les esperan grandes posibilidades.

    Para poner en perspectiva el tamaño de esta disrupción, el Banco Mundial estima que la pérdida de capital humano asociada al cierre de escuelas durante la crisis es de aproximadamente 10 billones de dólares (equivalente al 11% del PIB mundial de 2019).

    Los países más ricos, como Alemania y Francia, pueden permitirse mitigar estas pérdidas duplicando el gasto en educación, respaldado por una política fiscal ampliamente expansiva. Sin embargo, es probable que muchos gobiernos no consigan mantener sus esfuerzos presupuestarios en este ámbito en los próximos años, lo que afectará de manera desproporcionada a los países pobres y a las zonas desfavorecidas.

    Con los gobiernos luchando por apoyar el sector, las asociaciones público-privadas serán fundamentales para respaldar el crecimiento, la innovación y el acceso a la educación en el futuro. Afortunadamente, el argumento de la inversión en educación ya está bien elaborado

    En los últimos 20 años, el mercado mundial de la educación ha más que duplicado su tamaño a más de 6 billones de dólares. Este crecimiento está siendo impulsado por una variedad de megatendencias - como la digitalización, el crecimiento de la población, la urbanización y la igualdad de género - que no muestran signos de disminuir.

    Este apetito por la educación es particularmente fuerte en economías emergentes como China y la India. La primera de ellas representa ahora más del 50% de toda la inversión mundial del venture capital en el sector.

    A pesar de este fuerte crecimiento, el mercado está rezagado en lo que respecta a la digitalización. Comparado con la mayoría de las otras verticales de la industria, que han adoptado la tecnología de manera incondicional, aproximadamente el 3% del gasto en educación mundial se destina a la tecnología, según el proveedor de datos HolonIQ,

    Tal y como está, esta infradigitalización no es buena para el sector, pero sí para los disruptores. Día a día, nuevas compañías enfocadas en la tecnología llegan al mercado. Estas llamadas compañías EdTech se presentan en todas las formas y tamaños, y proporcionan a los inversores una gran cantidad de posibilidades para construir su exposición al sector.

    En primer lugar, están las compañías que pretenden digitalizar aspectos específicos de la experiencia de aprendizaje. Compañías como Abl Schools y Kakoot!, por ejemplo, proporcionan libros de notas online, planes de estudio, plataformas de tutoría virtual y aprendizaje basado en juegos para niños. Además, compañías como la BYJU de la India utilizan el análisis de datos para organizar experiencias de aprendizaje personalizadas para los estudiantes.

    Otra área de interés fundamental es la de mejorar el acceso a la educación. En este espacio, compañías como CommonBond y SoFi ofrecen financiación de bajo coste para que los estudiantes se formen en escuelas y universidades de todo el mundo, mientras que compañías como Future Fuel utilizan herramientas digitales para simplificar el proceso de devolución de préstamos a los estudiantes.

    Para los estudiantes que no pueden pagar las cuotas cada vez más caras de las instituciones tradicionales, los "cursos masivos abiertos online" ofrecen una alternativa menos costosa. Como su nombre indica, los MOOCs se ofrecen a través de la web a un número ilimitado de participantes. El mercado de los MOOC está creciendo y algunos de los proveedores más conocidos, como Coursera, están valorados actualmente en más de 1.000 millones de dólares.

    Por último, como resultado directo de la Covid, las necesidades del Working From Home (WFH) han traído otras plataformas más genéricas. Zoom, Microsoft Teams y Google Hangouts han sido utilizados por los profesores para recrear el ambiente de la clase en casa. Aunque el éxodo de vuelta a las aulas ya ha comenzado, es probable que muchos de estos cambios en el aprendizaje a distancia hayan venido para quedarse.

    Por lo tanto, con un mercado en crecimiento y compañías innovadoras que aparecen todos los días, ¿qué es lo que no le gusta de la inversión en educación De hecho, la inversión privada resultará vital si queremos apoyar al sector de la educación -un pilar central de nuestra infraestructura social- en su lucha contra su mayor amenaza hasta la fecha.

    Por eso, les digo a todos los inversores: apoyen a la educación. Porque, a la hora de la verdad, ¿puedes ser demasiado cool para la escuela?