HBO debe tributar donde opera
elEconomista.es
HBO España declara en Suecia la mayoría de los ingresos que obtiene en España, donde presenta una facturación ridícula de solo 4,6 millones. El mecanismo del que el gigante de la televisión de pago se sirve es el habitual en otras multinacionales relacionadas con el sector tecnológico.
Se basa en presentar como meras comisionistas a filiales establecidas en países como España. En consecuencia, esas sociedades no cuentan con más ingresos declarados que los pagos, por prestación de servicios o por licencias para uso de marcas registradas, que reciben de sus matrices, registradas en países de baja tributación como Suecia. Se dan así situaciones insólitas como que la filial española de HBO solo pague 107.557 euros a Hacienda, pese a que la compañía ya cuenta con más de 3 millones de usuarios de su plataforma en nuestro país. Este tipo de ingeniería fiscal es legal en la Unión Europea y, a priori, se enmarcaría dentro del legítimo afán de cualquier empresa por reducir al máximo el coste de su factura impositiva. Sin embargo, el problema estriba en que, como Bruselas señala reiteradamente, todo apunta a que los gigantes tecnológicos se benefician de regímenes fiscales diseñados ad hoc para ellos por países como Irlanda, Holanda o Suecia, lo que debería considerarse una ayuda de Estado contraria a la libre competencia. Pero, además, los países de la Unión cuentan con pleno derecho de reclamar que toda actividad que se desarrolle en su territorio tribute en ese mismo lugar.
La ingeniería fiscal permite al gigante de la televisión de pago declarar poco más de 107.000 euros en España
Es una reivindicación todavía más necesaria en el caso de HBO, debido a que ya se beneficia de una clara ventaja frente a sus competidores, las televisiones tradicionales y las telecos, ya que la legislación actual no le obliga a pagar el canon para el sostenimiento de RTVE.