Opinión
Hacia otro año de ajustes en los bancos
elEconomista.es
A comienzos de 2018 se confiaba en que el año 2019 marcaría el inicio de las mejoras en la situación que la banca europea vive desde la crisis financiera. Ahora, recién terminado ese ejercicio, ya no hay ningún indicio que respalde el optimismo.
Al contrario, se teme que el año pasado haya terminado con el primer descenso de su beneficio desde el apogeo de la recesión de la eurozona, en 2012. Todo lo ha truncado la desaparición de las expectativas de alzas de tipos en la Unión Monetaria y la previsión de los expertos de que sigan en mínimos quizá dos años más. Esta situación, unida a viejos problemas que vuelven a emerger (como el avance de los impagos), compromete una vez más la rentabilidad de los bancos. Evitar que ésta se reduzca de nuevo exigirá aún más ajustes a los bancos.