Castigar a la banca: un grave error

El anuncio del preacuerdo de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias propicia otra caída del Ibex. No es casual que la banca impulse el retroceso. Pese a la falta de concreción del documento de PSOE y Podemos, es claro que el sector financiero siempre estuvo en la mira del partido morado.

Desde su fundación, da pábulo al demagógico mensaje que distorsiona la realidad de los rescates bancarios de la pasada crisis. Los presenta, no como medios para proteger a los depositantes, sino como subterfugios para inyectar dinero público en las entidades. Amparándose en esa falacia, Podemos reclama un impuesto específico para que los bancos devuelvan esos recursos. Pero el ataque fiscal no termina ahí y exige también subir 10 puntos el tipo de Sociedades a esta actividad y también la aplicación de la tasa Tobin a las operaciones financieras. Igualmente grave es el propósito de resucitar el anacrónico e ineficiente modelo de banca pública, con Bankia como núcleo. Si se realiza el conjunto de estas medidas, los costes serán enormes, y acabarán golpeando a los consumidores.

Basta con considerar que las alzas fiscales citadas restan competitividad a las entidades y llegarán en el peor momento, con los tipos de interés en mínimos y sin crecimiento en el negocio crediticio. Pero es sobre todo la resurrección de la banca pública lo que amenaza con los mayores perjuicios. La quiebra del modelo de cajas de ahorro enseñó con creces el daño que la injerencia política provoca en la gestión financiera y su alto coste, ya que la quiebra de las cajas es lo que hizo necesario los rescates públicos.

Será inevitable que los consumidores paguen el alza fiscal a este sector y el riesgo de resucitar la banca pública

Ante un panorama tan negativo, urge poner freno a las expectativas de Podemos, un rol en el que la supervisión de la futura vicepresidenta Calviño se antoja decisiva.