Opinión

La innovación requiere estabilidad

  • Cataluña pierde atractivo frente a Madrid para los laboratorios

elEconomista.es

Bayer anunció un ERE en su histórica sede de Barcelona, que afectará a casi 80 empleados. Se trata de una cifra reducida que, sin embargo, tiene una honda significación.

El ajuste del laboratorio se focaliza en esa autonomía mientras que en el resto de España asegura que mantendrá, o aumentará, sus inversiones. Se trata, por tanto, de un ejemplo más de cómo el sector farmacéutico, tradicionalmente tan arraigado en Cataluña, se distancia de este territorio en beneficio de Madrid.

Ya lo hizo en agosto Novartis al anunciar que su nueva filial, AveXis, se ubicará en la capital, a donde también llegarán nuevas inversiones de Merck. El sector de la innovación en Madrid evidencia así un importante avance que demuestra hasta qué punto ya es una economía competitiva en un ámbito clave para el crecimiento del futuro.

Sus fortalezas son claras, puesto que se basan en atractivos incentivos a la inversión, la simplificación de la tramitación burocrática en la contratación y, sobre todo, su reducida fiscalidad. A este último respecto, debe destacarse el modo en que se hacen patentes los beneficios de un régimen tributario que, lejos de merecerse las descalificaciones que le brinda el Gobierno, es un ejemplo en términos de competitividad.

Pero, ante todo, es la estabilidad lo que brinda la ventaja decisiva de Madrid sobre Cataluña. En los inicios de una semana en la que el independentismo amenaza con reactivar los disturbios cuyos daños materiales ascienden a 138 millones, debe reflexionarse sobre el daño que este fenómeno ya ha causado. La innovación (característica del sector farmacéutico), y todo sector económico, requieren un marco político fiable. Si éste falta, seguirá el éxodo de las empresas, las inversiones y la creación de empleo.