Opinión

Electoralismo con las pensiones

    Subida de pensiones en España

    elEconomista.es

    El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asegura que, con independencia de los resultados del PSOE el 10-N, las pensiones volverán a actualizarse con el IPC en 2020, como este año y el anterior.

    Es un mensaje previsible ya que, desde que comenzó a especularse con otro adelanto electoral, el Ejecutivo insinuó que buscaba una fórmula (probablemente un decreto-ley amparándose en una cuestión de interés general) para garantizar el poder adquisitivo de los jubilados. Además, en la actual coyuntura, la promesa de Sánchez resulta fácil de cumplir. La inflación toca mínimos (0,1 por ciento el mes pasado) y, aunque se produzca una convulsión en su principal motor, el precio del petróleo, tardará tiempo en impulsar al índice de precios. Por ello, resulta factible que el alza que el decreto posibilitará sea menor que la que habría supuesto atenerse a la reforma de 2013, ahora suspendida, que garantiza un alza mínima del 0,25 por ciento.

    La promesa de vincular las pensiones al IPC, pese a su escaso impacto en 2020, granjea réditos para el 10-N

    Además, Sánchez evita comprometerse de antemano con una cifra concreta, con lo que evita desfases como el que se produjo este año (de más de 600 millones), cuando se anticipó un alza del IPC del 1,6 por ciento y las pensiones se han actualizado con respecto a esa cifra, pese a que la inflación real terminará muy por debajo. Por tanto, todo indica que, en lo que a 2020 respecta, los efectos del anuncio del Gobierno serán más electoralistas que presupuestarios, lo que no debe llevar a minusvalorar el perjuicio que supondría que Sánchez una promesa de mucho mayor alcance que ayer también recuperó: hacer que el vínculo entre pensiones e IPC vuelva a ser permanente, pese al déficit del sistema público de protección. Esa medida amenaza seriamente el futuro de la Seguridad Social.