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20.400 kilómetros: España, récord Guinness por recorrer la mayor distancia con un coche eléctrico

  • Electric Challenge, solicitará que se registre el nuevo récord que confía obtener
  • La prueba se ha realizado con un Jaguar E-Pace
  • Más de la mitad del recorrido se ha realizado por la 'España vaciada'
Jorge Zanoletty, a bordo del Jaguar E-Pace.

Juan Ferrari

¿Se pueden recorrer 20.400 kilómetros con un coche eléctrico por la España profunda? Sí, se puede y sus autores van a pedir a Guinness World Records que lo registre como un récord mundial de la mayor distancia recorrida dentro de un mismo país en un coche 100% eléctrico y de fabricación en serie. El actual récord está en 19.608 kilómetros tal y como lo certifica el Guinness World Records, lo que si finalmente Guinness lo certifica como válido, se habrá superado casi en 800 kilómetros.

El récord es el fruto del Electric Challenge, el reto que se propuso el alicantino Jorge Zanoletty (piloto aficionado como el se define) para recorrer España en un vehículo eléctrico, aunque la idea partió de Cargacoches y ha contado con el patrocinio de ALD Automotive, Activitas, Jaguar, Reale Seguros, Rusticae y la ONG WWF. Durante más de 45 días, Zanoletty ha recorrido las 47 provincias de la España peninsular visitando las capitales y, algo más relevante, el pueblo más pequeño de cada una de ellas.

Los patrocinadores posan junto con Zanolety y el coche.

En los próximos meses, deberá remitir a Guinness World Records todas las pruebas que ha ido recopilando a lo largo de los 45 días que ha tardado en recorrer los 20.400 kilómetros, especialmente fotos en los carteles de los pueblos por donde ha pasado, o registro del GPS.

Lo hizo a bordo de un Jaguar E-PACE, el vehículo 100% eléctrico recientemente galardonado como mejor vehículo del año en el mundo y en Europa. Una experiencia que el piloto califica de "adictiva", aunque advierte que, para ampliar el uso de vehículos eléctricos en el país, la red de puntos de recarga debe seguir aumentando en el futuro cercano.

Unidad usada para el desafío.

Granada la peor, Gerona la mejor

Pero, ¿se puede recorrer España de punta a punta, por grandes zonas despobladas sin llevarse algún sobresalto? Pues depende de la zona. Zanoletty confirma que en lo referido a la infraestructura de recarga, que ha sido el objetivo del Electric Challenge, hay grandes diferencias. Y como extremos cita a Granada como la peor, pues solo tuvo disponible un cargador lento en Mercagranada, donde tuvo que dejar varias horas el coche cargando. Y tuvo que pagar.

La mejor experiencia en Gerona, provincia que cuenta con muchos puntos de recarga, muchos en gasolineras que están apostando por fidelizar los conductores futuros del coche eléctrico. Allí recargó sin pagar.

"El próximo coche que me compre será un eléctrico, si consigo las subvenciones"

Su experiencia, tan positiva que afirma sin fisuras que "el próximo coche que me compre será un eléctrico, si consigo las subvenciones", exige, no obstante, un cambio de mentalidad. Cada mañana, Zanoletty planificaba la ruta. La primera parte del viaje, unos 13.000 kilómetros, se desarrolló por la España vaciada y su objetivo ha sido visitar el pueblo menos poblado de cada provincia. La segunda parte, se centró en las grandes capitales. En cualquier caso, ambas zonas han sido imprescindibles para completar tal volumen de kilómetros dentro de España.

Planificación diaria

La planificación de un viaje en un coche eléctrico, según explica el "piloto aficionado" es fundamental antes de echarse al camino. Por supuesto debe tenerse muy claros lo puntos de recarga disponibles en el entorno, pero también conocer la orografía, si va a ser "cuesta arriba o cuesta abajo", algo que marca la autonomía. Como también por el tipo de carreteras por las que se va a transitar.

"Al coche eléctrico le gustan las carreteras convencionales, donde la velocidad no es muy alta, y hay muchas curvas y aceleraciones y frenos", algo que contribuye a recargar el coche. Por el contrario, las etapas por las autopistas, a mayor velocidad y con una conducción más continua, implica un mayor consumo y una menor autonomía.

"Al coche eléctrico le gustan las carreteras convencionales, donde la velocidad no es muy alta, y hay muchas curvas y aceleraciones y frenos"

Pero los puntos de recarga son vitales. "Yo siempre llevaba un plan B, incluso un plan C", reconoce. No es de extrañar después del arranque de su aventura. En la primera etapa, dentro de la Comunidad de Madrid, tenía previsto ir a cargar en Alovera, un pueblo de Guadalajara, pero le falló. Lo intentó en Alcalá de Henares, una ciudad de casi 200.000 habitantes y también falló. El tercer intento ya fue a Madrid, donde decidió regresar y también falló. Al día siguiente fue a un concesionario de Yaguar donde pudo recargar sin problemas y comprobar que el coche no tenía ningún problema.

Zanoletty: ¿reto superado?

Ha sido el único día de apuros en este mes y medio de periplo por España. De media, en la primera parte del viaje, por las zonas rurales, el E-Pace anduvo unos 450 kilómetros con una media de 10 horas al tratarse de carreteras difíciles y contabilizando el tiempo de recarga. En la parte más urbana, la distancia aumentó a 700 kilómetros. Ningún día dejo el coche en al aparcamiento para irse a la cama con una autonomía por debajo de los 50 kilómetros.

Anécdotas

Muchas son las experiencias que ha cosechado la expedición Electric Challenge sobre la infraestructura de recarga eléctrica en España. Para empezar, la dispersión en función de la provincia como ha quedado dicho, la segunda la necesidad de unificar los sistemas de recarga, así como la necesidad de que las instalaciones estén mejor acondicionadas.

Para empezar, muchas no son de carga rápida, lo que puede exigir entre cinco y seis horas de recarga, lo que puede servir para los "enchufes" de casa o de las oficinas, pero no para los destinados al servicio público. Luego, muchos están en zonas poco transitadas, como polígonos industriales o el Mercagranada, pues para tener enchufes de recarga se necesita una potencia mínima en la zona.

Zanoletty enseña una foto de uno de los mejores puntos de recarga del reto.

También, la "amigabilidad" de la zona. Muchos cargadores no estaban ni techados, algo preocupante en días como los que estamos viviendo en los que dejar al sol el coche durante más de media hora puedes suponer un infierno.

Otro problema es saber si realmente los puntos de carga funcionan. De hecho, Zanoletty intentaba averiguar en redes sociales o en algunos club de aficionados el coche eléctrico de qué tipo de enchufe (lento, rápido o superrápido) se trata, si está en funcionamiento y si se puede reservar, pues otro problema cuando hay un solo punto es que haya otro coche para cargar, especialmente si se trata de un modelo que no sea de carga superrápida.

En algún hotel que sí dispone de punto de recarga se encontró con que las plazas de recarga estaban ocupadas por coches de combustión, pues en opinión del establecimiento se trata de "una plaza de aparcamiento" como el resto y no pueden impedir que los coche sean estacionados.