Motor
Miguel Barquilla, CEO de Free2Move: "Con el intercambio de baterías pasamos de recargas de 30 a 10 minutos"
- Esta tecnología "puede ser extremadamente importante" para los servicios de transporte y última milla
- Ample abre sus primeras estaciones de intercambio de baterías en Madrid
- Las empresas de 'car-sharing' trabajan con el ayuntamiento de Madrid para crear hubs de movilidad compartida
Diego Estebanez García
Madrid,
La tecnología de recarga de coches eléctricos avanza a toda velocidad. Más allá de los supercargadores capaces de llenar una batería al 80% en solo cinco minutos, surgen alternativas como la de Ample, que permite sustituir la batería descargada por otra completamente cargada. La startup estadounidense abrió hace dos meses en Madrid su primera estación de intercambio, en conjunto con Stellantis, para probar el sistema con la flota de Fiat 500 del servicio de car-sharing Free2Move. "Somos el campo de pruebas del grupo", asegura a elEconomista.es su CEO, Miguel Barquilla, en entrevista. Con esta tecnología, el tiempo de espera para volver a poner un vehículo en circulación se reduce de 30 a apenas 10 minutos.
¿El intercambiador de baterías de Ample hace más eficiente el servicio de car-sharing de Free2Move?
Llevamos muchos años con esto, y hemos pasado por muchas fases. El primer vehículo que tuvimos fue el Citroën C0. Tenía unos 120 kilómetros de autonomía eléctrica que, dependiendo del estilo de conducción y de la temperatura exterior, podía verse muy reducido. Eso nos hizo tener hasta más de 100 personas trabajando solo en el proceso de recarga de vehículos para una flota de unos 600 coches. A nivel económico era extremadamente costoso tener ese tipo de vehículo.
Posteriormente, pasamos al 208 eléctrico con una autonomía de 320 kilómetros. Eso hacía que nuestra autonomía de servicio se multiplicara por tres o incluso más. Pasamos de tener 100 personas solo encargadas de recargar los vehículos a ser capaces de manejarlo con 25 o 30 personas dependiendo de la época del año. Eso fue el siguiente paso que nos ayudó mucho a tener siempre un coche disponible para el usuario con un menor coste.
Por lo tanto, tenía un impacto también en la cuenta de resultados, en los ingresos de la sociedad. Ahora estamos explorando esta posibilidad combinada con lo que ya tenemos. Estamos ahora adquiriendo cargadores de 80 kW. Nuestras baterías son de 50 kW. En 30 minutos podemos cargar un vehículo. Ahora con el intercambiador de baterías pasamos de 30 a 10 minutos, con procesos de máximo 20 minutos.
Aun así, a efectos de car sharing no es especialmente significativo. Tiene más importancia desde el punto de vista de explorar nuevas posibilidades en la recarga del vehículo para el grupo Stellantis, más que para el car sharing en particular.
Probar esto es muy importante para ver los fallos que tienen, corregirlos, afinarlos y ver cómo implantarlos en otro tipo de vehículos. Para los servicios de transporte de última milla puede ser extremadamente importante, incluso para VTC o para taxi. Hay vehículos que están circulando 24 horas al día.
¿Cómo funcionan las estaciones de intercambio de baterías a nivel operativo?
Estamos en un momento de pruebas y nosotros somos los que estamos haciendo el proceso de carga. Es realmente sencillo, está todo muy indicado, entras con una especie de túnel de lavado, un robot eleva el coche, detecta donde está alojada la batería y reemplaza los módulos de la batería.
Dependiendo del tipo de vehículo, puede tener más o menos. En el caso de los que manejamos nosotros tiene tres módulos de batería, se reemplaza la batería, el vehículo vuelve a bajar y está disponible. Es un proceso muy sencillo e intuitivo.
En el futuro, cuando terminemos con las pruebas que estamos haciendo, lo abriremos a los usuarios. Esa estación de carga de Ample no es exclusiva para nosotros y se va a abrir a otro tipo de vehículos que tendrán ellos homologados.
Sé que se está trabajando en paralelo con Stellantis para homologar otro tipo de vehículos como furgonetas de reparto en las que se necesita una carga superrápida, no se pueden esperar dos horas para cargar 100 kilovatios y están trabajando en homologar las unidades. Este proceso es lento y hay que invertir mucho dinero.
¿Entonces está operativa ya la estación?
La estamos utilizando. El vehículo es utilizado por el cliente, pero no es consciente de que está utilizando el vehículo homologado porque es exactamente el mismo que uno normal. Tenemos Fiat 500 de Ample y Stellantis y Fiat 500 normales a disposición de los usuarios. Y como el usuario no está realizando el proceso de carga, no percibe la diferencia.
Free2Move está probando esto, pero también otras alternativas interesantes. Damos la posibilidad al cliente de que recargue el vehículo y le bonificamos 4 euros en su saldo de la cuenta para que utilice el servicio. Esto para nosotros es una buena compensación, porque nos permite ahorrar los costes de los agentes de terreno que tenemos e incrementa la autonomía media de los vehículos.
Se escogió a Madrid para ser la primera ciudad con esta estación de carga ¿Es por el éxito con el car-sharing?
Fue más fruto de la alianza de Stellantis con Ampel, tenían claro que querían colaborar. El grupo recurrió a su empresa de car sharing que es Free2Move y uno de los mercados más dinámicos que hay en Europa para el car sharing es Madrid. Nosotros somos el perfecto campo de pruebas para el grupo.
¿Cómo ve Free2Move el car sharing en Madrid?
Como sabes, en Madrid tenemos unos cuantos competidores, Está Zity, está Wible, está Voltio, incluso GetAround, que es otro modelo distinto. Bueno, esto marca una gran diferencia respecto a otras ciudades como puede ser Florencia o como puede ser Berlín, en el que no hay cinco players dedicándose a lo mismo y compitiendo exactamente por el mismo mercado.
Una cosa muy importante, aquí somos 100% eléctricos. O sea, aquí la manera de hacer viable esto en esta ciudad es tener la etiqueta cero. Sin tener la etiqueta cero sería muy difícil competir. Eso genera un extra coste, los vehículos son más caros, es más difícil todo el tema de operaciones y bueno, te hace tener que ajustar muchos costes.
Nuestros viajes son más pequeños. Si comparas con otras ciudades de Europa, los viajes son igual y cuatro veces más largos que aquí y todo viene condicionado por el vehículo eléctrico. Entonces, estamos explorando otras posibilidades para también brindar a nuestros clientes la posibilidad de utilizar un vehículo 100% eléctrico en sus desplazamientos por Madrid y también darles la posibilidad mediante otro modelo híbrido de Station Base de moverse a más largas distancias y para fines de semana.
Porque también sabemos que es una demanda que hay latente. Entonces, vamos a hacer pruebas con vehículos también de combustión como una opción más y siempre bajo modelo de pre-booking y desde coches que estén en parkings en los que el cliente pueda acceder para brindar esa posibilidad.
Entonces nosotros hemos resuelto el problema de la corta distancia a Madrid, pero queremos llegar más allá. Tenemos el modelo también del rent a car que hacemos en colaboración con los concesionarios de Stellantis y que es una novedad alquilar el vehículo, todo desde la app y 100% digital.
Además de Madrid, ¿planea expandirse a otras ciudades de España Free2Move?
A nivel mundial estamos en 16 ciudades. En España solo estamos en Madrid, primero por el tamaño de la ciudad. En el país otra ciudad podría ser Barcelona. Estamos en la capital también porque la normativa en Madrid permite a los vehículos de etiqueta cero aparcar gratuitamente en superficie.
En otras ciudades como Barcelona esto no es posible. No se podría operar con el sistema de free floating de la misma manera. Y desde que hemos empezado tampoco ha habido un interés real en apostar por este medio de transporte.
Sin embargo, Madrid, desde el primer momento, nos ha prestado mucha ayuda para implantar este servicio. Primero, con esa normativa, y segundo, nos está facilitando también plazas en superficie exclusivas de car-sharing. Eso para los usuarios y para las empresas es muy importante.
Y luego, a través del consorcio de transportes, estamos teniendo acceso a parkings en el centro de la ciudad. Y con el plan Madrid 360 se está favoreciendo para las empresas de car-sharing que tengan espacios en el centro de las ciudades, como puede ser en Plaza Canalejas, el hub de movilidad que hay allí es fantástico, igual el que hay en Recoletos.
Son espacios en los que no existen parkings con esas características y que la EMT ha puesto a nuestra disposición, primero, porque se entiende que estamos prestando un servicio de transporte a la ciudadanía. Así que está habiendo una colaboración entre las empresas de car-sharing y el Gobierno que favorece que nosotros cada día podamos dar un servicio mejor.