Motor

Si eres de los incondicionales del diésel, esto es todo lo que debes saber del Adblue


Pedro Berrio

Prácticamente todos los motores diésel actuales llevan otra boca de llenado para el aditivo que permite que cumplan la normativa antipolución, el Adblue.

Si tu coche diésel tiene en la denominación de su motor algo que empiece por Blue, tiene el sistema Adblue. Lo distinguirás porque es un pequeño tapón azul que va junto a la boca del gasóleo, bajo la misma tapa del combustible, pero que no tendrás que usar porque de eso deben encargarse en el taller en la mayoría de los coches. Los motores diésel producen emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y benzopirenos, las llamadas partículas de los diésel, que están presentes en la ceniza que se produce en la combustión del gasóleo. La eliminación de las partículas se puede hacer de manera física, con los filtros de partículas, pero los óxidos de nitrógeno exigen un proceso algo más sofisticado.

El pequeño tapón azul da acceso al depósito del aditivo Adblue de los diésel modernos.

El Adblue es un compuesto formado por un 67,5% de agua y un 32,5% de urea que permite que se produzca una reacción química en el tubo de escape, antes de que los gases lleguen al catalizador. Esta reacción transforma el NOx en agua, nitrógeno y CO2. Aunque el CO2 es responsable del calentamiento global, es mucho menos perjudicial para la salud que los óxidos de nitrógeno. El sistema se compone del depósito del Adblue, el inyector del tubo de escape y la unidad de control que "sabe" la cantidad y el momento exacto en que debe inyectar el compuesto para quemar los óxidos de nitrógeno y descomponerlos en agua, nitrógeno y CO2.

¿Qué mantenimiento exige el Adblue?

La duración media de un depósito de este compuesto es de unos 20.000 km y el propio coche nos irá avisando de los kilómetros que podemos recorrer antes de que se acabe, con alertas constantes. En caso de que se termine en mitad de un viaje podemos seguir circulando para llegar al taller pero en cuanto paremos el motor ya no volverá a arrancar. No es nada recomendable "apurar" al máximo el depósito del Adblue y hacer funcionar el motor sin el aditivo porque puede dar fallos en los sensores y llegar a provocar una avería.

El coche nos avisará, con bastante insistencia cuando quede poco, de que el ADblue se agota.

Cada fabricante tiene su propio protocolo para rellenar el Adblue pero por lo general debemos ir al taller para que allí reseteen el sistema y el contador empiece a funcionar de nuevo para avisarnos del aditivo que nos queda. Rellenar el sistema no tiene ninguna complicación porque consiste en quitar el tapón azul y verterlo en el depósito, eso sí, con muchísimo cuidado porque el Adblue es muy corrosivo y puede dañar la pintura del coche y debemos utilizar gafas y guantes por si pudiera salpicarnos. Es importante consultar el manual de instrucciones del coche antes de realizar cualquier operación con el Adblue.

El depósito de Adblue de un coche medio tiene una capacidad de 20 litros y su precio es de algo más de 40 euros pero si tenemos en cuenta que dura unos 20.000 km, su coste no es nada elevado. Lo mejor es rellenarlo antes de que se agote y para ello el coche nos avisará insistentemente, sobre todo cuando nos queden solo 1.000 km.