Motor

Fallos en frenos, batería o motor: cómo el calor extremo afecta al funcionamiento del coche en verano


Sylvia Longás

Neumáticos, frenos, batería o líquidos del motor son solo algunos de los sistemas más vulnerables durante los meses de calor extremo, lo que refuerza la importancia de un mantenimiento preventivo y de tener la ITV en vigor.

Con el verano en su pleno apogeo y las olas de calor que afectan a gran parte del país, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) lanza una advertencia: las altas temperaturas suponen una amenaza directa para componentes clave del vehículo, comprometiendo tanto su funcionamiento como la seguridad de los ocupantes.

Se aumenta el riesgo de reventón del neumático

Según la organización, que representa a la mayoría de estaciones de ITV de España, los efectos del calor sobre el vehículo son múltiples y potencialmente peligrosos. Entre los elementos más afectados, destacan los neumáticos, cuya presión puede elevarse por el calor, acelerando su desgaste y aumentando el riesgo de reventón. También se ve afectado el sistema de frenos, que pierde eficacia especialmente en situaciones de uso intensivo o desgaste.

Otro de los grandes perjudicados es la batería, que aunque suele asociarse a problemas invernales, puede ver reducida su capacidad y vida útil con temperaturas elevadas. Por su parte, el sistema de refrigeración, que incluye el radiador, la bomba de agua o el termostato, puede fallar si se sobrecalienta, derivando en averías graves del motor.

Asimismo, los líquidos esenciales del vehículo —aceite, refrigerante o líquido de frenos— tienden a evaporarse o perder propiedades con el calor, lo que afecta directamente al rendimiento y a la lubricación del motor. También las escobillas, plásticos interiores y gomas pueden deteriorarse con la exposición constante al sol, comprometiendo tanto la estética como el correcto funcionamiento de ciertos sistemas.

Por último, AECA-ITV recuerda que incluso el sistema de climatización cumple una función más allá del confort: si no funciona adecuadamente, puede disminuir la concentración del conductor y aumentar el riesgo de accidente.

La entidad también enumera una serie de síntomas a los que los conductores deben prestar especial atención durante los meses de calor: aumento anormal de la temperatura del motor, pérdida de presión en los neumáticos, menor respuesta del freno, ruidos inusuales en el compartimento del motor o presencia de fugas de líquidos bajo el vehículo.