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Se insta a los conductores españoles a no dejar el depósito lleno cuando lleven el coche al taller

Coche en el mecánico | Canva

elEconomista.es

Cuando tenemos que llevar nuestro coche al taller suele ser debido a algún fallo o problema que debe ser solucionado. También es importante visitar al mecánico con cierta periodicidad para revisar las condiciones del vehículo y evitar daños previsibles. Pero antes de acudir hasta allí, es fundamental tener algunas nociones básicas y seguir los consejos de los expertos.

Cada avería es diferente y en ocasiones, los mecánicos necesitan revisar por completo cada una de las partes del coche antes de dar con ella. Por eso, los expertos recomiendan no llevar el coche al taller con el combustible lleno. Esto tiene una explicación lógica, y los mecánicos instan a los conductores a ser conscientes de las consecuencias de no seguir sus indicaciones.

Dejar el depósito a medias

El hecho de no llevar el coche al taller con el depósito completo no es una advertencia sobre los peligros de que el mecánico te robe la gasolina, es una indicación para facilitar el trabajo del experto. Si el vehículo llega al taller con el carburante hasta arriba, es posible que el mecánico deba vaciar un poco para acceder correctamente a la avería o trabajar sin riesgos.

Hay ciertos procesos que no pueden realizarse si hay un exceso de diésel o gasolina en el coche, por lo que los mecánicos aconsejan no caer en este error. En este oficio, generalmente se cobra por horas de trabajo, por lo que si el trabajador debe dedicar parte de su tiempo a extraer pequeñas cantidades de gasolina, el precio de la reparación aumentará notablemente.

Ni muy lleno ni muy vacío

Aunque no son muchas las reparaciones relacionadas con el sistema de inyección del combustible, hay que tener en cuenta que este espacio abarca desde el depósito hasta los inyectores, pasando por todos sus elementos, por eso es importante escuchar las indicaciones de los expertos.

No obstante, los mecánicos informan que tampoco hay que dejar el vehículo en el taller con el depósito completamente vacío. Esto se debe a que, durante la reparación, el experto puede necesitar arrancar el coche o incluso sacarlo a carretera para comprobar que la avería ha quedado completamente solucionada.