Motor
Los CAE ganan terreno: más marcas y empresas recurren a esta herramienta de ahorro para acelerar la adopción del coche eléctrico
- Los compradores de un vehículo eléctrico pueden beneficiarse de un ahorro de entre 800 y 1.000 euros
- Cada vez más marcas ofrecen este instrumento a los compradores con alianzas con energéticas
- Los CAE también generan ahorro energético a través de la gestión de flotas
Diego Estebanez García
Madrid ,
Los Certificados de Ahorro Energético (CAE), una herramienta todavía desconocida en el ámbito de la electromovilidad, han comenzado en los últimos meses a coger más velocidad entre las empresas, marcas y concesionarios que ve este sistema, lanzado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, como una oportunidad para impulsar la adopción del vehículo eléctrico en un momento clave para el mercado automovilístico en España.
Los CAE son documentos electrónicos que acreditan que, tras realizar una actuación de eficiencia energética, se consigue un ahorro de consumo de energía final. Por cada kWh de ahorro se consigue un CAE. Por lo que si se lleva a cabo una actuación que genere 500 KWh, se obtienen 500 CAE, lo que permite monetizar los ahorros energéticos, recuperando parte del coste de las inversiones en eficiencia energética. Así, un usuario final puede recibir una contraprestación si vende los ahorros obtenidos para su posterior certificación mediante el Sistema de CAE.
En la electromovilidad, son todavía una ventaja poco conocida por los usuarios, sin embargo, pueden ser una ayuda importante, ya que suponen un ingreso adicional compatible con las ayudas del programa de ayudas del Plan Moves III (con la que se obtiene una ayuda de 4.000 euros o 7.000 con achatarramiento), ya que se financian con el Fondo Nacional de Eficiencia Energética. Además, cuenta con la ventaja adicional de que el propietario que adquiere el vehículo obtendría el pago de los CAE de forma casi inmediata.
Y a diferencia de las ayudas aportadas por el Plan Moves para la compra de un coche eléctrico, el ahorro proveniente de los CAE cuenta con la ventaja adicional de que el propietario que adquiere el vehículo obtendría el pago de forma casi inmediata. Hasta ahora, la compra de un vehículo eléctrico genera certificados de ahorro energético siempre y cuando se sustituya un vehículo de combustión (gasolina, diésel, híbrido, GLP y gas natural) por uno eléctrico puro, dado que los consumos de los vehículos eléctricos son sustancialmente inferiores a los térmicos.
Por tanto, cuando un usuario compra un vehículo eléctrico y lo sustituye por uno de combustión, se genera un ahorro energético que se certifica con los CAE. Estos certificados pueden canjearse por una bonificación económica, que puede ser ofrecida directamente por las marcas de automoción.
Esta oportunidad comienza a ser más utilizada por los grandes grupos automovilísticos. El último en unirse a esta lista ha sido Stellantis. El grupo multinacional, dueño de 14 marcas entre las que están Fiat, Alfa Romeo, Citroën o Peugeot, anunció hace unos días un acuerdo con Murartech, empresa especializada en soluciones tecnológicas para la movilidad inteligente, con la que permitía a sus clientes acceder a una bonificación directa de hasta 1.000 euros por la compra de un vehículo 100% eléctrico, gracias a los CAE. La gestión se hará a través de la red de concesionarios de las marcas que gestiona el grupo multinacional y permite hasta 1.000 euros de bonificación directa.
Otro gran fabricante automovilístico que ha entrado recientemente en este esquema ha sido Renault Group de la mano de Iberdrola España. Ambas empresas desarrollaron una colaboración desde marzo de este año que supone un descuento de 800 euros en la compra de un vehículo eléctrico de cualquiera de las marcas del grupo francés (Renault, Dacia y Alpine). Otras firmas que han empezado a incluir este año en sus concesionarios estos esquemas son Leapmotor (la joint venture de Stellantis y el fabricante chino), Skoda o Grupo BMW.
Ya desde marzo, la patronal española de fabricantes, Anfac, junto con Ideauto, la consultora de mercado del sector de la automoción, lanzaron una plataforma digital para mejorar la eficacia del proceso con el que las marcas podían acceder a la monetización de este ahorro para el cliente sin necesidad de intermediarios. Esta herramienta busca que los socios de la asociación puedan validar los datos del vehículo objeto de los CAE y se evite el fraude en el proceso.
El ahorro del que se puede beneficiar un usuario final en la compra de un coche eléctrico procede de la iniciativa privada a través de los llamados sujetos obligados o delegados, es decir, las empresas energéticas como comercializadoras de gas y electricidad y operadores al por mayor de productos petrolíferos y GLP, que están obligadas a conseguir una cantidad de ahorro energético al año y que pueden hacer su correspondiente aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética o conseguirlos a través de estos certificados.
Sin tener que entregar un coche de combustión
Estos instrumentos se gestionan desde el Ministerio para la Transición Ecológica, que, a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), publica un catálogo de fichas estandarizadas donde se parametriza la metodología de cálculo de ahorro energético de un sujeto obligado. Para el sector del transporte hay cinco fichas, y existe una concreta de sustitución de vehículo de combustión a uno eléctrico.
De hecho, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) ha propuesto una ficha en la que ya no sea necesario dejar un coche de combustión para achatarrar para recibir esta ayuda. "Se trata de un incentivo más a la compra de vehículos eléctricos para particulares y empresas, que se presenta como un mecanismo sencillo y replicable para los beneficiarios de los CAE. Además, permite a los sujetos obligados cumplir con sus compromisos de alcanzar mayor eficiencia energética y, como país, cumplir con los compromisos adquiridos en el ámbito comunitario", comenta a elEconomista.es la directora de Regulación y Asuntos Públicos de la asociación, María Romera.
La aprobación de esta ficha, que desde AEDIVE esperan que sea "en breve" demuestra que la lista donde se computan 114 certificados, que van desde la eficiencia energética en materia de industria, hogar hasta la agricultura, es un "catálogo vivo". Así lo mira Agustín Villar, director de Regulación y Formación de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese).
"Nosotros dentro de la asociación tenemos varias propuestas de fichas, e incluso revisiones que vamos proponiendo al Ministerio para modificar y mejorar y traccionar entre todos los actores para que haya más y mejor mercado", explica el directivo de la patronal que reúne a 160 empresas del sector. Para el experto, es una cuestión de que las empresas vayan viendo la manera de colocar estos instrumentos en el mercado.
Además, Villa cree que el uso de este instrumento por parte de marca y grupos automovilísticos se irá generalizando para impulsar las ventas de coches eléctricos, que en último mes eran ya el 8% del total de matriculaciones en España. "Yo creo que la mayoría de los concesionarios y empresas lo van a terminar adoptando. Sea con Iberdrola o sea con cualquier otro sujeto obligado, o por su propia cuenta, van a ir agregando actuaciones, y ofrecerlas al mercado, y al mejor postor. También podrían hacerlo, sobre todo nivel de fabricantes, pero creo que es un modelo más sencillo de cara particular", subraya.
Los beneficios de los CAE en la gestión de flota
Los CAE también proporcionan beneficios en la gestión de flotas de empresas. "Estamos ante un cambio de paradigma en el que la eficiencia energética deja de ser solo una meta medioambiental para convertirse también en una oportunidad económica tangible", comenta a este diario el director de Next Mobility, Javier Goikoetxea.
Next Mobility es compañía especializada en el desarrollo de tecnología de movilidad. En el ámbito de los CAE, a través de su plataforma de análisis predictivo y conectividad IoT, permite a las empresas conocer y optimizar en tiempo real el rendimiento de sus vehículos y certificar la reducción de emisiones y monetizar el ahorro energético de forma automatizada, con un impacto económico de hasta 150 euros anuales por vehículo.
"Gracias a los Certificados de Ahorro Energético, cada kilómetro recorrido de forma eficiente puede traducirse en ingresos reales para empresas y particulares", añade Goikoetxea. Para que esos ahorros puedan convertirse en ingresos reales, es necesario contar con un sistema oficial de verificación. En España, este proceso se canaliza a través del Sistema TRAZO (Trazabilidad Operativa de Ahorros Energéticos), una infraestructura regulatoria creada por el Ministerio para la Transición Ecológica. Solo los datos registrados mediante tecnología homologada, capaz de medir consumo, eficiencia y uso en tiempo real, pueden ser reconocidos oficialmente y traducidos en CAE válidos.
La empresa detalla que en el proceso se debe de contar con dispositivos telemáticos OBD-II?embarcados, que registran con precisión los datos de uso del vehículo y su eficiencia. Estos dispositivos, usados en la gestión de flotas, permiten cuantificar el ahorro energético, certificarlo y, posteriormente, ponerlo en valor económico.
"Nuestro compromiso es claro: transformar los datos en valor. A través de nuestra plataforma, ayudamos a nuestros clientes a optimizar el rendimiento de sus vehículos, reducir emisiones y cumplir con los objetivos ESG, todo ello con una solución que ya está reconocida por el sistema oficial TRAZO del Ministerio para la Transición Ecológica. La movilidad conectada y eficiente ya no es una visión de futuro, es una realidad presente. Y con herramientas como los CAE, estamos demostrando que sostenibilidad y rentabilidad pueden ir de la mano", concluye el directivo.