Motor
¿Sabes cuál es la diferencia entre el conector AC y DC en los cargadores de coches eléctricos?
Pedro Berrio
Muchos propietarios de vehículos eléctricos que normalmente los usan en ciudad y recargan en casa, cuando salen de viaje se encuentran con las dudas sobre el tipo de carga y la velocidad a la que pueden rellenar las baterías de sus coches.
En la actualidad ya existe una gran cantidad de posibilidades de recarga de vehículos eléctricos, desde los 3,4 kW de un enchufe doméstico hasta los 360 kW de los cargadores públicos de última generación. La diferencia básica que debemos conocer es los dos "tipos" de electricidad con los que podemos recargar nuestro coche eléctrico, corriente alterna (AC) y corriente continua (DC) y cómo está preparado nuestro coche para recibir cada una de ellas en sus baterías.
¿Qué electricidad es mejor AC o DC?
No se trata de cuál es mejor para nuestro coche si no de cuál nos conviene más en cada momento y cómo puede procesarlas el sistema del vehículo eléctrico. Para explicarlo de una manera sencilla, la corriente alterna (AC) es la que se mueve, la que viaja por la red y la que hace funcionar los motores eléctricos de cualquier tipo. La corriente continua (DC) es la que, digamos, se queda estática, la que se almacena en las baterías del coche o de cualquier dispositivo electrónico, como nuestro smartphone. El cargador de nuestro teléfono lo que hace es convertir la corriente alterna (AC) de nuestra casa en corriente continua (DC) para la batería.
En los vehículos eléctricos ocurre lo mismo que en un smartphone pero en la mayoría de ellos podemos elegir entre cualquiera de las dos. Si le ponemos AC, la de nuestra casa y la de algunos cargadores lentos o semirápidos, el coche tendrá que convertir esa corriente alterna en corriente continua (DC) para almacenarla en las baterías. Los vehículos eléctricos vienen preparados con transformadores para realizar esa función, pero la mayoría de ellos solo admiten potencias de 11 kW en AC, aunque los más modernos llegan a 22 KW, la que ofrecen muchos de los actuales cargadores de pago de los supermercados.
También hay otros cargadores en AC que llegan a potencias superiores, hasta 43 kW, pero si intentamos recargar en ellos, nuestro coche no va a admitir más que los 11 kW o, en el mejor de los casos 22 kW, para los que está preparado con lo cual estaremos pagando más por algo que no nos ofrece ninguna ventaja y nos va a obligar a estar mucho más tiempo "enchufados". Por ejemplo, cargar al completo un coche con una batería de 50 kW en un punto AC, aunque sea de 43 kW de potencia, nos llevará cerca de cuatro horas porque seguramente nuestro coche no admitirá más de 11 kW. Hay que tener en cuenta que algunos coches solo podían cargarse en AC, como los Smart Fortwo y los Renault Twingo, por ejemplo. Este tipo de carga tiene los conectores más pequeños, los llamados Mennekes o Tipo 2.
Corriente continua (DC) siempre la más rápida
En este caso la electricidad DC ya está "preparada" para ser almacenada en las baterías de nuestro coche y, además, la mayoría de estos cargadores tienen potencias a partir de 50 kW, con lo que la recarga será mucho más rápida. Siguiendo con el mismo ejemplo de antes de un coche con una batería de 50 kWh conectado a un cargador DC de 50 kW, podría recargar al completo su batería en menos de una hora, si no estuviera completamente vacía y si todo funciona correctamente. Siempre viene con los conectores más grandes, los CCS.
Por lo tanto es importante conocer qué potencia máxima de recarga admite nuestro coche, tanto en AC como en DC, para elegir siempre el punto de carga que mejor se adapte a nuestras necesidades. De nada nos servirá pagar el precio de un cargador ultrarrápido de 360 kW si nuestro coche no admite más de 100 kW de potencia, porque no vamos a conseguir una carga más rápida y nos va a costar mucho más caro que conectarnos a un cargador de menos potencia.