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¿Cómo tu coche eléctrico puede hacer que tengas luz en tu casa en un apagón generalizado?

Coche eléctrico cargando en casa | Fuente: Dreamstime


Durante la reciente caída del suministro eléctrico en la gran mayoría de España a causa de un apagón generalizado, los vehículos eléctricos cobraron protagonismo por una razón inesperada.

Aunque estos coches atraviesan una etapa de escasa popularidad, debido a los incendios espontáneos, los tiempos de recarga largos y sus precios elevados, demostraron ser auténticas baterías sobre ruedas cuando más se les necesitó.

En medio de la oscuridad, muchos conductores descubrieron que, además de circular, sus coches pueden alimentar electrodomésticos e incluso domicilios completos.

Esta capacidad se conoce como V2H (Vehicle To Home) y consiste en conectar el vehículo a la instalación eléctrica de la vivienda para utilizar su batería como fuente de energía de emergencia.

El funcionamiento es sencillo: al enchufar el coche a la red interna de la casa con un cargador compatible, la electricidad almacenada en sus celdas pasa a los enchufes del hogar. De este modo, aparatos como televisores, microondas o frigoríficos siguen en marcha pese a la falta de luz pública.

¿Qué es V2H y cómo funciona?

La tecnología V2H aprovecha la gran capacidad de las baterías de los vehículos eléctricos, diseñadas originalmente para impulsar el motor. Mediante un inversor bidireccional y un cargador habilitado, la corriente continua del coche se transforma en corriente alterna doméstica. Sólo hace falta un punto de conexión homologado y un sistema de gestión que regule el flujo de energía para evitar sobrecargas.

Coche eléctrico cargando en una casa | Fuente: Dreamstime

La duración depende de dos factores: la capacidad de la batería del coche (que suele oscilar entre 40 y 100 kWh) y el consumo medio del hogar. En una vivienda de perfil bajo, con un consumo controlado, se podrían cubrir necesidades básicas durante al menos 20 horas.

Con un uso moderado de luz y electrodomésticos, incluso se prolonga por varios días, siempre y cuando se comience con la batería cargada al máximo.

La última frontera de esta tecnología es el V2G (Vehicle To Grid). Ya en algunos países los coches eléctricos vuelcan energía a la red en horas punta y la recargan cuando hay excedentes.

Así, el parque móvil se convierte en una reserva distribuida que ayuda a estabilizar la red, reduce picos de demanda y favorece la integración de fuentes renovables.