¿Con qué frecuencia debes cambiar las bujías?
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Gloria Martínez
Para comprender cada cuánto tiempo hay que cambiar las bujías, hay que empezar sabiendo qué son exactamente. Estos pequeños artilugios, hechos generalmente de cerámica y varias aleaciones de metal, son el componente principal y fundamental del sistema de encendido de un coche. Se encargan de transferir una chispa desde la bobina hasta la cámara de combustión del motor.
Cuando se encienden, se activa la mezcla de combustible y aire en el interior de la cámara de combustión generando energía. Esta pequeña pieza puede realizar esta acción miles de veces por minuto, por lo que si una falla, puede generar problemas que pueden poner en riesgo nuestra salud y la de nuestro coche. Por eso es importante saber cada cuánto hay que reemplazarlas.
El momento en el que se deben cambiar las bujías depende de diferentes factores. Puede variar en función de la marca de coche, las recomendaciones directas del fabricante, la cantidad de uso y el lugar por el que se conduce, el tipo de bujías que tengamos instaladas e incluso el tipo de combustible que utilicemos en nuestro coche. Pero por lo general, hay un punto determinado en el que se deben reemplazar.
Por lo general, las bujías tienen una larga vida útil, pero es recomendable cambiarlas cada 128.000 a 160.000 kilómetros siempre y cuando el coche funcione de manera correcta y no se detecten otros fallos que puedan estar relacionados con un problema en estos artilugios. En el caso de los vehículos más antiguos, se aconseja prestar especial atención al comportamiento de este.
Las señales de una bujía defectuosa
La principal señal de alerta que te hará sospechar de un problema en las bujías es una dificultad para arrancar el coche. Si esta no es capaz de producir una chispa, no habrá combustión y el vehículo no comenzará la marcha. Otros síntomas muy comunes son las caladas del motor, menor consumo de combustible y fallos en el encendido que se ven reflejados en la luz de revisión del motor.
También existen otros síntomas de una bujía defectuosa que no se detectan a simple vista, por lo que es recomendable visitar el mecánico cada cierto tiempo para asegurar que todas las partes del motor, incluidas las bujías, funcionan correctamente. Un fallo en las bujías podría provocar un sobrecalentamiento y daños en el pistón y cilindros, por lo que a la mínima señal de problemas, trata de cambiarlo cuanto antes.