Opel Mokka Hybrid, un SUV urbano "eco" para los jóvenes
- Con tres opciones, 1.2 Turbo con cambio manual, esta versión híbrida con cambio automático electrificado y una eléctrica.
- Sobre la base del mismo motor de 136 CV, el híbrido consume un 15% menos que el gasolina según el valor homologado y aporta la etiqueta "eco".
- Puesto de conducción moderno y funcional con un cuadro de instrumentos de 10 pulgadas y una pantalla central de otras 10".
Carlos Cancela
Nuestra prueba de esta semana corresponde al Opel Mokka, un coche de aspecto juvenil y llamativo que, además, en esta versión probada incorpora el interesante sistema hibrido de Stellantis con su caja de cambios electrificada. Gracias a su etiqueta "eco" y su cambio automático se mueve por la ciudad con agilidad, sin limitaciones y con un consumo ajustado.
El Opel Mokka se integra en el segmento más demandado del mercado, el de los todocamino pequeños, de enfoque urbano y que en este caso, gracias a su mecánica híbrida, aporta la etiqueta "eco". Y sin duda esa es una pieza clave en el argumentario de ventas para este modelo. Con ello, se adapta perfectamente a una utilización urbana, sin demasiadas limitaciones.
En octubre pasado, la marca alemana del grupo Stellantis hizo una actualización de la gama de su SUV urbano del segmento B. Introdujo algunos cambios en su estética y también en su interior, con un nuevo salpicadero, con nuevas pantallas, etcétera. Unos cambios que pueden pasar desapercibidos para la mayor parte de usuarios. Pero también hizo un cambio importante en su gama, con nuevas motorizaciones.
Ahora, la gama del Opel Mokka tiene tres opciones mecánicas muy diferentes entre sí: gasolina, híbrido y eléctrico. Los dos primeros con la misma potencia nominal, 136 caballos, a las que se suma la versión Mokka-e con 156 caballos y un notable aumento de autonomía hasta superar los 400 km homologados.
Mismo motor de gasolina de 136 CV
La gama tiene algo que puede sorprender un poco, y es que hay dos versiones diferentes, pero que emplean el mismo motor de gasolina. Y es que las dos opciones llevan el propulsor de 1,2 litros Turbo de 136 caballos de la familia Puretech. Un propulsor de última generación, eficiente, de tres cilindros y que gracias al Turbo ofrece el empuje necesario pese a su pequeña cilindrada.
Hasta aquí las dos opciones son la misma versión, pero la diferencia está en su caja de cambios. El 1.2 Turbo emplea este propulsor tricilíndrico asociado a una caja de cambios manual de seis marchas. Con ello tenemos un coche como los de siempre, eso sí con un motor que si no pisamos mucho el acelerador resulta razonable en cuanto al consumo. Este motor, como todos los tricilíndricos con turbo, tiene la pega de que si queremos andar con agilidad, siempre rápido, veremos el consumo subir bastante.
Pero la solución a todos estos problemas se encuentra en la variante híbrida, la gran novedad en la familia renovada del Mokka. Les he hablado ya muchas veces de las versiones híbridas del grupo Stellantis, porque todas se basan en lo mismo: una caja de cambios electrificada. Se trata de una caja de cambios automática de seis marchas, de doble embrague, que soluciona algunos aspectos importantes respecto al 1.2 Turbo convencional.
La importante etiqueta "eco"
La primera de todas ellas, y una que resulta muy clara es la etiqueta. Poco a poco las principales ciudades de España están integrando sus zonas de bajas emisiones a las que están obligados por la ley. Con una etiqueta "C" como al del 1.2 Turbo tendremos problemas y limitaciones en algunas de estas zonas, mientras que con la etiqueta "eco" que aporta la versión híbrida no tendremos esas limitaciones.
Pero hay un aspecto aún más importante si hablamos de consumo. Una notable reducción respecto a la versión sin este sistema híbrido. Si hablamos de valores homologados, en el ciclo mixto el 1.2 Turbo consume 5,6 litros, mientras que el Hybrid reduce esta cifra a 4,8 litros. Nada menos de 0,8 litros, según el valor homologado.
Esto ya es muy destacable, pero hay algo aún más importante: el consumo real baja aún más. La razón es que cuando queremos acelerar con el modelo normal, obligamos a que el motor suba de vueltas mucho, para ofrecer ese empuje adicional necesario. Sin embargo, en la versión híbrida ese empuje necesario durante unos segundos para poder acelerar lo aporta el motor eléctrico que se integra en la caja de cambios.
Un mild hybrid potenciado
Pero debo aclararles que este sistema hibrido, que ya emplean otros modelos de la familia Stellantis es un híbrido un poco especial. No es un sistema "full hybrid", no tiene un motor independiente que pueda mover por si solo el coche, como ocurre con los modelos de Toyota, por ejemplo.
Es decir, que podemos hablar que es más bien un sistema "mild hybrid", con su pequeña batería de 48 voltios (tiene menos de 1 kWh). Pero ofrece ese empuje tan agradable y de forma inmediata cuando queremos acelerar. Y eso es igual en ciudad o en carretera, porque este sistema funciona por igual en todo tipo de terrenos.
El motor que se integra en la caja de cambios tiene una potencia de 29 CV o hablando de par motor, 55 Nm. Es muy poco, pero la realidad es que se nota mucho ese empuje adicional y hace que su conducción sea mucho más agradable que la del 1.2 Turbo normal, aunque su potencia nominal sea la misma.
Esta caja da cambios automática de seis marchas electrificada ha sido un gran acierto para el grupo Stellantis y se la ha puesto en toda su gama de modelos del segmento B y hasta en algunos del segmento superior. Y ha ofrecido una importante ventaja estratégica respecto al grupo Volkswagen, que no ofrece modelos del segmento B con etiqueta "eco".
Menos consumo y más empuje
Proporciona una conducción más agradable, un notable ahorro de combustible y esa etiqueta "eco" tan importante. Lo mejor es que la diferencia de precio entre ambas opciones, es decir el 1.2 Turbo Manual y el Hybrid es de solo 2.500 euros. Pero es que en esa diferencia de precio también se incluye una importante diferencia: el "barato" tiene un cambio manual, mientras que el híbrido es automático. Eso le hace mucho más fácil de conducir, y agradable, en el tráfico urbano. Y eso en un SUV de este tipo, muy pensado para la ciudad, es una gran ventaja.
El Mokka tiene un estilo rompedor, con un frontal muy llamativo y con mecánicas que se adaptan a las necesidades de los clientes actuales, sobre todo la gente más joven que busca ese estilo desenfadado. Es un vehículo de dimensiones contenidas que se desenvuelve muy bien en el tráfico urbano, pero que por su mecánica también puede utilizarse perfectamente en carretera.
Cuenta con un diseño y una estética sencilla, pero al mismo tiempo es muy llamativo. En su frontal encontramos una banda de color negro en la parte superior que incluye los faros de LED de serie y opcionalmente unos matriciales, una tecnología muy avanzada para el segmento del SUV pequeño. Esta parte superior no es una rejilla de ventilación sino que es una superficie cerrada. Su estética es llamativa con formas muy rectas y con posibilidades de personalización en sus colores.
Un SUV pequeño y juvenil
Es un modelo integrado en el segmento todocamino pequeño, los llamados SUV urbanos. Esto significa que tiene una mayor altura libre al suelo, lo que repercute en un acceso más fácil al interior y una mejor visibilidad para el conductor y los otros ocupantes. Aporta un puesto de conducción muy tecnológico porque solo se ofrece con cuadro instrumentos digital de 10 pulgadas. Esta instrumentación está asociada con una pantalla en la consola central de otras 10 pulgadas. Y todo ello aporta un toque moderno y juvenil, también a su interior.
Algo que me ha parecido muy interesante es que pese a que casi todo se puede hacer con la pantalla táctil, el Mokka incluye unos cuantos botones para facilitar su utilización diaria. Estos se encuentran en el lateral de la pantalla y permiten el acceso rápido al sistema de sonido, al navegador y para otras funciones. Todo ello para que su gestión sea más fácil e intuitiva y que no despiste al conductor. Más abajo encontramos los mandos de la climatización, también de muy fácil utilización. Esta me parece una buena opción del Mokka, frente a la digitalización total de algunos modelos rivales.
Me gusta el sistema de gestión, tanto del cambio como de los modos de conducción, el mismo que emplean casi todos los modelos del grupo Stellantis. Ambos selectores, el de selección de marcha como el de los modos de conducción tienen tres posiciones y son muy fáciles de gestionar. El primero permite optar por D, N y R, lo habitual en cualquier cambio automático, y la segunda también permite tres posibilidades. Las tres opciones posibles son eco, normal y sport, los habituales en casi todos los modelos actuales.
Preparado para la dura competencia
El Mokka está bien preparado para competir en un segmento complicado, que es el que más ventas acumula en el mercado español, el SUV del segmento B. Un mercado en el que casi todos los fabricantes ofrecen una alternativa y donde este Mokka destaca por un estilo llamativo, con personalidad, y una buena dinámica de marcha.
En cuanto a su precio, el valor recomendado para la versión Edition es de 26.850 euros. Como opción superior el GS, con un sobrecoste de 1500 euros, que aporta un estilo más deportivo y un equipamiento algo más completo. Y como les decía anteriormente, a igualdad de equipamiento la diferencia de precio entre el manual y esta opción híbrida con cambio automático electrificado es de 2.500 euros. Sinceramente, creo que merece la pena apostar por el híbrido y su etiqueta "eco".
Ficha técnica Opel Mokka Hybrid
Motor gasolina
Potencia 136 CV
Par motor: 230 Nm
Velocidad máxima: 209 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 8,2 segundos
Tracción: Delantera
Cambio: automático de doble embrague de seis marchas.
Consumo homologado WLTP en ciclo combinado 4,8 litros/100 km.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,15 x 1,79 x 1,53 metros.
Capacidad maletero: 350 litros.
Peso en vacío: 1.362 kg.
Precio: 26.850 euros.