Motor

Opel Diplomat: 60 años de una berlina que conquistó el segmento de lujo


Sylvia Longás

El Opel Diplomat acaba de cumplir 60 años, un vehículo que dejó huella en la historia de la marca y en el segmento premium europeo.

En 1964, Opel dio un paso decisivo para conquistar el segmento premium con la gama KAD, que la formaban estos tres emblemáticos modelos: el Opel Kapitän, el Opel Admiral y el Opel Diplomat, conocidos como "Los Tres Grandes de Rüsselsheim". Estos vehículos representaban la entrada de la marca alemana en la exclusiva liga de las berlinas de lujo, y el Opel Diplomat, como modelo insignia, se convirtió en el mejor exponente de la tecnología, el lujo y el rendimiento. Ahora cumple 60 años desde su llegada al mercado.

Opel Admiral y Opel Diplomat Coupé.

Había que competir en el mercado premium

El objetivo de Opel era crear un automóvil capaz de competir con los grandes nombres del mercado premium. Para ello, la marca se inspiró en las grandes berlinas y sedanes que dominaban el mercado estadounidense de la época. En Detroit, los diseñadores de Opel encontraron una nueva tendencia de diseño que se denomina "Nueva Visión": una propuesta de líneas simples, minimalistas y elegantes, alejadas de los adornos.

El Opel Diplomat, con una producción total de 9.152 unidades (desde 1964 a 1977), logró imponer su estilo en el competitivo mercado europeo. Su diseño, con una silueta de tres volúmenes típica de los sedanes americanos, destacaba por sus grandes dimensiones, con sus 4,95 metros de largo y 1,90 de ancho, lo que lo hacía apto tanto para las autopistas europeas como para las estadounidenses.

Espectacular silueta la que lucía el Opel Diplomat.

Bajo el capó, el Diplomat equipaba motores V8 de origen Chevrolet, una clara inspiración en los deportivos americanos como el Corvette o el Camaro. La motorización inicial de 4,6 litros y 190 CV le permitiría alcanzar los 200 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos. Más tarde, llegó una versión más potente con un motor de 5,6 litros que entregaba 230 CV y ??mejoraba la aceleración a 9 segundos.

Un interior muy sofisticado

El interior del Opel Diplomat no solo era lujoso, sino también un claro reflejo de la sofisticación y la calidad que Opel quería transmitir. Los asientos eran reclinables, las ventanillas se accionaban eléctricamente y el salpicadero combinaba madera natural. Además, el coche estaba equipado con dirección y frenos hidráulicos, retrovisores ajustables desde el interior y faros antiniebla, que eran de serie.

Interior del Opel Diplomat.

Su primer rediseño

En 1967, se realizó un primer restyling que incorporó novedades técnicas, como una nueva dirección por recirculación de bolas y una luneta térmica. Sin embargo, fue en 1969 cuando llegó la segunda generación del modelo, conocido como el Opel Diplomat B. Esta nueva versión presentó una carrocería más compacta, con una longitud que se redujo a 4,92 metros y mejoras en el chasis, como la suspensión trasera con eje De Dion. También se introdujo la inyección electrónica en el motor de 2.8 L6, y la caja automática Hydramatic de 3 velocidades se integró en el motor 5.4 V8.